“Estábamos durmiendo y de pronto toda la casa comenzó a temblar, vivo en un tercer piso y parecía que se estaba quebrando. Salí corriendo de la cama, cogí a mi familia y apuramos hacia el coche; condujimos hacia el área de Villat, donde hay un descampado sin edificios, y nos quedamos allí toda la noche”.

Es el relato apresurado de un hombre que acaba de escapar de la muerte mientras lo poco que estaba en pie en Alepo tras años de guerra se derrumbaba a su alrededor. Tragedia añadida al horror. Sako, nombre con el que se identifica sin dar el suyo real, tuvo sin embargo suerte. En su huida, pudo comprobar que los inmuebles de su zona habían sufrido en general daños leves, al igual que el suyo, pero otras áreas de la ciudad no corrieron la misma suerte. “Hoy pasé por el Zoco Al Hal y muchos edificios se habían derrumbado, gracias a Dios que sobrevivimos. En las calles se pueden ver piedras rotas caídas de los edificios”, explica antes de agregar que tres personas que conocía murieron en un edificio cercano a su casa”.

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La devastación provocada por la cadena de terremotos que ha sacudido Turquía y Siria NTM

Las primeras estimaciones, seguramente muy cortas, de la agencia de noticias oficial siria SANA, cuantificaban que el seísmo provocó el derrumbe de 46 edificios residenciales en Alepo, capital de la provincia homónima y una de las urbes más populosas de Siria, además de un importante núcleo comercial del país árabe que fue escenario de una larga pugna entre las fuerzas gubernamentales sirias y los rebeldes entre 2012 y 2016.

Una vecina de Sako, que también prefiere no dar su nombre relata una vivencia muy similar. “De pronto, el suelo al completo comenzó a temblar, dije ‘Por favor, Señor, sálvanos, protégenos’. No había electricidad, no había amperios, no podíamos ver a donde íbamos. Nos pusimos nerviosos y no sabíamos que hacer”, recuerda angustiada aún.

“Es un desastre”

Su hermano y su cuñada la recogieron en coche, como tantos otros, buscaron un lugar sin edificios. Se trasladaron a un campo de fútbol, donde pasaron la noche bajo la lluvia con tan solo lo puesto como abrigo. Cuando, a primera hora de la mañana, regresaron a casa para coger más ropa empezaron a darse cuenta de la magnitud de lo ocurrido: el piso de los vecinos de arriba había quedado “destruido por dentro”, la mezquita y la iglesia de al lado “seriamente dañadas”. También su propia casa “es un desastre” y la de su hermano sufrió importantes desperfectos. “Juro que duró tanto que pensé que el suelo se iba a abrir y tragarnos. Si hubiese durado unos segundos más, yo creo que estaríamos muertos”.

Más números en una contabilidad que no se detendrá en los próximos días. Miles de muertos tanto en Siria como en Turquía. Desde Ankara, en un directo publicado en su cuenta de Instagram, Volkan Demirel, ex portero internacional del Fenerbahce, trataba de llamar la atención entre lágrimas: “La gente está muriendo”. Actualmente es entrenador del Hatayspor de la máxima categoría del fútbol turco. Se trata del principal equipo de la ciudad de Hatay, capital de la provincia mediterránea y sureña del mismo nombre y una de las ciudades más afectadas por el devastador terremoto. “Quiero que enviéis todos los recursos que tengáis”, suplica Demirel a la cámara antes de romper a llorar e implorar a sus seguidores con la voz quebrada: “Por favor, por favor, por el amor de Dios, la gente está muriendo aquí”.

La situación es extrema, “miles de niños y niñas se han visto obligados a abandonar sus hogares en una noche helada y sin refugio”, relata el director de Save the Children en Turquía, Sasha Ekanayake, quien advierte de que los seísmos han dejado sin hogar a miles de personas en un contexto de “clima helado y tormentas de nieve”, por lo que ha calificado de “crucial” que la comunidad internacional se movilice de inmediato.

Crisis sobre crisis

“El peor momento del día y del año”

Refugiados. El director para Oriente Próximo del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Carsten Hansen, resaltaba ayer que la crisis humanitaria se suma a la crisis humanitaria ya presente en Siria. “El terremoto tuvo lugar en el peor momento de la noche y en el peor momento del año”, señaló. “Es un desastre que empeorará el sufrimiento de los sirios que hacen frente ya a una grave crisis humanitaria. Millones de personas se habían visto ya forzadas a huir de la guerra en la región y ahora muchas más se verán desplazadas por este desastre”. Mientras, Médicos Sin Fronteras (MSF) por boca de su coordinador, Sebastien Gay, apuntaba ya que sus equipos “han estado respondiendo en el norte de Siria desde primera hora” mientras la Media Luna Roja siria recalca que “están en Hama, Alepo y Latakiapara rescatar a personas con vida de entre los escombros de los edificios destruidos”.