A mediados de octubre, el grupo de expertos Soufan Group alertaba en un informe sobre la posibilidad de un nuevo estallido de violencia política durante las elecciones legislativas de mañana en Estados Unidos merced a la situación de “hiperpartidismo” que atraviesa el país, en particular el alimentado por redes sociales de ultraderecha como Gab o Truth Social.

Este estado de crispación alcanzó su máxima expresión en el ataque sufrido el 28 de octubre por Paul Pelosi, marido de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a manos del teórico de la conspiración David DePape, quien en su día ya rechazara la derrota electoral de Donald Trump en las elecciones de 2020. Pelosi, de 82 años, tuvo que ser ingresado después de que DePape, quien realmente iba en busca de la máxima dirigente del partido Demócrata en la cámara baja con la intención de “partirle las rodillas”, le propinara varios martillazos que le provocaron una fractura de cráneo.

Las reacciones dentro de los rivales republicanos se caracterizaron en su mayoría por su condena inmediata del hecho y han negado que este ataque fuera producto de su retórica contra el Partido Demócrata desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.