El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha advertido este jueves de la existencia de una "amenaza real de hambruna" en el mundo debido a la volatilidad de los precios de la energía y los alimentos a causa de la guerra en Ucrania, desencadenada el 24 de febrero por orden del propio mandatario ruso.

Putin ha afirmado durante la cumbre de la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA) que se celebra en la capital de Kazajistán, Astaná, que existe "un aumento de la volatilidad" de los precios que "lleva al deterioro de la calidad de vida tanto en países desarrollados y en desarrollo".

"De hecho, existe una amenaza real de hambruna y levantamientos sociales a gran escala, especialmente en los países más pobres", ha señalado Putin, que ha pedido "la eliminación de todas las barreras artificiales e ilegítimas que impiden la restauración del funcionamiento normal de las cadenas globales de suministro".

Así, ha manifestado que esto permitiría "solucionar los problemas urgentes en el campo de la seguridad alimentaria" y ha defendido que Rusia está haciendo todo lo posible para entregar productos a los países en situación de necesidad, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.

Por otra parte, ha argumentado que "el mundo se está convirtiendo en verdaderamente multipolar" y ha destacado el papel "muy destacable, sino clave" que juega Asia en esta situación. "Hay nuevos centros de poder que se están fortaleciendo", ha explicado, al tiempo que ha apoyado "el desarrollo y la prosperidad en Asia".

"Es necesario para ello crear un espacio totalmente abierto para un comercio y una cooperación en inversiones mutuamente beneficiosas, para la expansión y la profundización de los lazos de cooperación en varios sectores de la economía", ha sostenido, tal y como ha recogido la agencia de noticias TASS.

La CICA, creada por iniciativa de Kazajistán en 1992, se encarga de crear condiciones para el diálogo, la toma de decisiones y la implementación de medidas para garantizar la seguridad en Asia. El organismo está integrado por 27 países de la región. Otros ocho países y cinco organizaciones internacionales tienen el estatus de observadores.