La monja estadounidense de 83 años que fue secuestrada por hombres armados el pasado abril en la región Centro-Norte de Burkina Faso ha sido liberada, según confirmó este miércoles el obispo de la localidad de Kaya, Théophile Naré.

"Con gran alegría y gratitud a Dios, ponemos en conocimiento de todos que la hermana Suellen Tennyson, la monja marianita secuestrada en Yalgo la noche del lunes 4 al martes 5 de abril de 2022, ha sido liberada por sus captores", indicó el obispo de Kaya, población de la región Cento-Norte a unos 100 kilómetros de Uagadugú, capital de Burkina Faso.

"La hermana Suellen se encuentra actualmente en un lugar seguro y en buen estado de salud", agregó Naré en un comunicado, al señalar que no tiene "información sobre las condiciones de su liberación".

Tennyson, de la Congregación de las Hermanas Marianitas de la Santa Cruz, residía desde octubre de 2014 en Yalgo, a unos 110 kilómetros de Kaya.

En el momento de su secuestro, el obispo explicó que Tennyson fue llevada "a un destino desconocido por sus captores quienes, antes de irse, destrozaron las habitaciones" y "sabotearon el vehículo de la comunidad, que intentaron sustraer".

El secuestro de la religiosa no fue reivindicado por ningún grupo yihadista, pero los ataques en Burkina Faso suelen cometerlos grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.

Cinco occidentales continúan secuestrados

Tras la liberación de Tennyson, cinco occidentales continúan secuestrados en el Sahel central (Mali, Níger y Burkina Faso) tras el rapto en abril de 2021 del periodista francés Olivier Dubois por un grupo afiliado a Al Qaeda en Gao (norte de Mali).

Burkina Faso sufre reiterados ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.

La región más golpeada en Burkina Faso por la inseguridad es la de Sahel (norte), que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, y, desde 2018, a la región Este del país.

La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a cerca de dos millones de personas, según los últimos datos del Gobierno.

En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del entonces presidente, Roch Kaboré.

El pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al jefe de Estado.

La junta militar, que desde entonces gobierna Burkina Faso, está llevando a cabo operaciones militares contra los grupos yihadistas en varias regiones del país.