Al menos 37 personas han muerto en las graves inundaciones que han afectado al estado norteamericano de Kentucky en los últimos días, según ha revelado este lunes el gobernador del estado, Andy Beshear, que ha insistido en que la cifra final de fallecidos puede aumentar a medida que se retiren las aguas de las zonas inundadas.

"Estamos terminando el día con más noticias desgarradoras del este de Kentucky. Podemos confirmar que el número de muertos ahora ha aumentado a 37, con muchos más aún desaparecidos. Oremos por estas familias y unámonos para envolver nuestros brazos alrededor de nuestros compañeros de Kentucky", ha expresado Beshear en su cuenta de Twitter.

Los cuerpos están siendo trasladados a Frankfort, donde se ha habilitado un camión frigorífico para preservar los cadáveres porque la morgue está desbordada, ha apuntado el gobernador.

Besehar ha advertido además de que hay mucha gente que "solo tiene la ropa que lleva puesta" por lo que ha animado a quien lo necesite en los cinco condados designados a solicitar la ayuda de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). "La gente de la FEMA está de camino", ha destacado.

Asimismo, el gobernador del estado estadounidense ha llamado la atención sobre las tormentas que podrían azotar la región durante la noche de este lunes, subrayando el peligro de las inundaciones nocturnas.

"Por favor, si se encuentra en un área que ha sufrido inundaciones, busque refugio en un terreno o edificio más alto. Sea consciente del clima y manténgase seguro", ha instado Besehar a los ciudadanos de Kentucky.

Mientras, continúan los trabajos de recuperación y ya se ha conseguido restablecer el servicio de telefonía en parte de las zonas afectadas, informa la televisión local WLEX-TV. Sin embargo, otras infraestructuras como puentes o carreteras tardarán más en poder volver a funcionar, ha explicado el gobernador, que ha ordenado que las banderas ondeen a media asta durante una semana.

Beshear ha anunciado además que cancela el viaje que tenía previsto a Israel para atender la emergencia, ya que los rescatistas seguirán trabajando varios días más aún.

Muchas zonas están sin suministro de agua ni de electricidad y continúa habiendo tormentas. Para los próximos días se prevé un aumento de las temperaturas y condiciones aún más difíciles si cabe para las labores de rescate. Hasta ahora se ha rescatado a 1.432 personas en todo el estado, según el último balance de las autoridades estatales.

Los condados de Breathitt, Clay, Floyd, Johnson, Knott, Leslie, Letcher, Magoffin, Martin, Owsley, Perry, Pike y Wolfe han sido los más afectados por estas inundaciones y serán los primeros en recibir la ayuda federal correspondiente a esta declaración.

Los esfuerzos de rescate, informa CNN, se han visto obstaculizados debido a constantes cortes del suministro de energía que comenzaron el miércoles, al principio de las inundaciones, y han proseguido hasta esta misma madrugada.

Kentucky se convierte así en escenario de su segunda catástrofe climática en poco más de siete meses, tras la ola de tornados que arrasó el estado en diciembre del año pasado y que dejó 74 muertos.