La participación a las 17.00 en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas ya queda por debajo de la primera ronda con un 38,11 por ciento frente al 39,42 por ciento de hace una semana a estas alturas, un 1,31 por ciento menos.

Aunque esta cifra queda por encima de la registrada en 2017 (un 35,33 por ciento), los sondeos de 'Le Figaro'/Ifop aventuran que la abstención podría alcanzar el 54 por ciento al final de la jornada, uno de los porcentajes más altos que se recuerdan y superior en dos puntos a la primera vuelta 52,49 por ciento.

Francia prosigue así este domingo su nueva cita con las urnas para poner punto final a unas elecciones legislativas en las que el presidente, Emmanuel Macron, y su coalición se enfrentan a la incertidumbre y las dificultades de una posible pérdida de apoyos, una cuestión que pone en peligro su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

Tras una primera vuelta en la que la izquierda, aglomerada bajo la alianza Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), ha obtenido buenos resultados, el grupo presidencial parece encontrarse en un brete, sin que quede claro que sea capaz de aunar los respaldos necesarios para preservar su poder y mantener intacto el Gabinete.

Macron ya ha advertido a sus ministros: si no renuevan sus escaños quedarán fuera del Gobierno. Esto pone en peligro a la quincena de altos cargos que optan a un escaño y que no han logrado asegurarlo durante la primera vuelta electoral.