londres - Pese a que la economía ha mejorado a nivel general, la mejoría no ha llegado a todos los irlandeses que muestran un enfado que puede tener su reflejo en el resultado de las elecciones de hoy.
¿Qué participación espera en las próximas elecciones en Irlanda?
-Normalmente tenemos una participación muy alta en nuestras elecciones. En las de febrero de 2011 fue del 70%. Me parece que el viernes veremos una cifra parecida.
¿Y cómo describe estas elecciones?
-Me parece que son muy competitivas y que los votantes tienen muchas opciones donde elegir. También considero que la población está muy enfadada y eso provoca que presten más atención a estos comicios.
La situación de la economía de Irlanda ha cambiado totalmente en los últimos cinco años, ¿es el tema principal en esta campaña electoral?
-Sí, es sin duda el tema principal, pero yo creo que es algo muy común en la mayoría de los países. Hay dos formas de mirarlo. La economía está ahora mejor que hace cinco años, no hay ninguna duda, hemos pasado lo peor de la recesión, vamos creciendo y ha bajado el paro y los salarios están subiendo. Por ello, creo que hay bastantes aspectos positivos que mencionar. Sin embargo, hay otro lado de la economía, todavía hay mucha gente que sufre para pagar sus facturas, se oye cada día casos de gente que apenas puede sobrevivir. En ese sentido, estamos lidiando con dos Irlandas diferentes. Una que está bien y bastante feliz, pero hay otra que no. Y ahí es donde está la batalla.
De acuerdo a las encuestas, el partido Fine Gael tropezará y puede perder alrededor de un 5% de los votos, ¿está fallando su mensaje?
-Yo creo que aquí todo el mundo acepta que el Fine Gael ha hecho una campaña electoral muy mala y además estaban esperando a que las encuestas mejorasen a su favor, porque así había ocurrido en el último año. Sin embargo, está yendo hacía el otro extremo, con las últimas encuestas prediciendo que perderían un 5%. No podemos estar completamente seguros de que vaya a ser así, siempre hay que contar con un margen de error, pero no hay duda de que la tendencia es a la baja.
¿Y qué falla en su estrategia?
-Prometen demasiado desde que presentaron su campaña. No creo que sea tiempo de regalar, creo que hay que ir poco a poco. Me parece que su campaña hasta el momento es torpe.
¿Y qué gobierno predice después de las elecciones?
-Si me hubiesen preguntado hace dos semanas, hubiese dicho que estaría al 50% entre la repetición una versión del gobierno actual y el 50% para que viésemos un Hung Parlament o Parlamento colgado (la ausencia de una mayoría suficiente para formar gobierno), pero ahora parece mucho más posible este último. La única solución que prevendría un Hung Parlament sería una colación entre Fine Gael y Fianna Fáil. Los números funcionarían para eso y aunque se empeñen en explicar sus diferencias, les unen muchas cosas como las políticas económicas y provienen del mismo partido en los años 20. Lo único que les separa es que no se gustan mutuamente.
¿Y qué opina del mensaje del primer ministro irlandés, Enda Kenny, diciendo que tiene miedo a una fuga de capitales y desempleo?
-Sí, hay muchas razones para tener miedo. Todos hemos visto lo que ha sucedido en Portugal y en España cuando hay inestabilidad política. Tanto el Fine Gael como los Laboristas están haciendo muchos comunicados sobre esto, pidiendo a los votantes que pidan con su cabeza y no con su corazón.
¿Y cómo ha impactado en la campaña electoral el asesinato de dos personas a manos de las bandas de narcotraficantes en Irlanda?
-Ha tenido un impacto porque ha puesto el crimen de nuevo sobre la mesa. Tradicionalmente, aquí se ve al Fine Gael como el partido de la ley y el orden y el ministro de Justicia en la colación actual es precisamente de ese partido. Una gran parte del público le reprocha los recortes en el cierre de comisarías durante la crisis, y eso, en cierto sentido, ha supuesto una vergüenza para el Gobierno.