Bagdad - Hoy se cumplen 25 años del comienzo de la campaña Tormenta del Desierto, lanzada por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, y que permitió la liberación de Kuwait, que había sido ocupada 5 meses antes por Irak, pero hundió a los iraquíes en una tragedia que aún continúa.
“Los problemas, dificultades y divisiones ocurridas en Irak en los 25 últimos años son por la maldición de la ocupación de Kuwait como resultado de una decisión política ilógica e injustificada”, aseguró a Efe Haidar Fuad, que aquella noche del 17 de enero de 1991 tenía 11 años. Fuad recuerda que después de que el Ejército iraquí invadiera Kuwait, en agosto de 1990, su abuelo le dijo a su padre que “Irak iba a pagar un precio muy alto por invadir Kuwait”. “Pasados todos estos años, estoy seguro de que mi abuelo tenía razón y también de que es posible que los iraquíes sigamos pagando el precio de esta ocupación durante mucho tiempo”, subrayó.
El discurso del analista político Husein Yaburi no difiere en esencial de la opinión de Fuad. Yaburi declaró a Efe que la guerra del Golfo afectó al país en todos los aspectos y lo devolvió a la Edad Media. “En aquella guerra, Irak perdió a miles de sus hijos, el 50% del Ejército iraquí y el 70% de sus Fuerzas Aéreas. La infraestructura quedó destruida”, subrayó Yaburi, para quien el bloqueo económico posterior y la caída del dinar iraquí terminaron de empeorar la situación.
“Las Universidades iraquíes eran como las de los países occidentales y el sector sanitario uno de los mejores de la región”, lamentó, y agregó que ahora “no hay una sola universidad entre las 400 mejores del mundo”. Para Yaburi, aquella guerra fue “la chispa que encendió la expansión del extremismo y la violencia”, especialmente tras la Guerra del Golfo de 2003, una continuación de Tormenta del..., con la que EE.UU. y sus aliados lograron acabar con Husein.