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Andrea Bartoli: “Siria necesita desesperadamente un compromiso diplomático”

El experto aborda varios de los conflictos internacionales más relevantes en la actualidad y señala a la violencia como el elemento que los origina y perpetúa

Andrea Bartoli: “Siria necesita desesperadamente un compromiso diplomático”B. Guerrero

Bilbao - En un mundo globalizado e hiperconectado, teorías como el efecto dominó o el efecto mariposa están cada vez más a las orden del día. La guerra en un país como Siria puede sacudir el resto de la comunidad internacional y gran parte de los conflictos trascienden las fronteras estatales. Ante este panorama, Andrea Baroli, miembro de Agirre Lehendakaria Center, decano de la Escuela de Diplomacia y Relaciones Internacionales de la Universidad Seton Hall (Nueva Jersey, EE.UU.) y experto en mediación de conflictos, aborda algunos de los asuntos internacionales más importantes de la actualidad.

¿Cuáles son los asuntos más urgentes a tratar a nivel internacional?

-La violencia, en sus diferentes fórmulas. Por un parte está la violencia que se usa en la guerra, que además de las bajas directas también ocasiona que abandonen sus casas miles de personas. Y, por otra, aquella violencia derivada del narcotráfico, el tráfico humano y el crimen organizado. Estos dos tipos de violencia, combinados, son el problema fundamental a día de hoy y creo que el mundo necesita decidir si quiere que su futuro esté organizado a través de una estructura de poder basada en la violencia o no.

¿Alguna guerra en particular que haya que atajar cuanto antes?

-La de Siria, sin ir más lejos. Es un caso muy claro en el que no hay acuerdo político y se utiliza la violencia por muchos actores: el régimen de Bashar al Asad, los rebeldes, los países vecinos, Rusia, EE.UU.. En él se ven los límites de la violencia, porque lejos de ayudar solo empeora la situación: supone una experiencia destructiva, dolorosa para millones de personas y que ha causado una de las mayores migraciones de nuestro tiempo. En mi opinión, Siria necesita desesperadamente un compromiso diplomático y creo que habrá una proposición muy difícil para aquellos que quieren derrocar a al Asad e instaurar un régimen diferente. Pero hay que tener muy presente que dicha solución política debe tener en cuenta que la violencia no servirá para solventar el problema, porque la guerra no hace las vidas ni mejores y más simples.

¿Y en situaciones como la del conflicto palestino-israelí?

-La violencia ha sido tantas veces la respuesta que el ambiente está muy caldeado, pero reitero que a través de la violencia no hay solución. La disciplina de compromiso político es indispensable para resolver el conflicto y hasta ese momento se seguirán arrastrando y perpetuando estas desgracias.

¿Qué opina del uso de la violencia contra movimientos como el yihadista?

-El yihadismo es una importante forma de autoexpresión. Muchos musulmanes la encuentran inaceptable. Es más, muchos países y comunidades musulmanas no solo están abiertamente, sino también activamente en contra. Pero, al mismo tiempo, ahí continúa esa minoría yihadista y lo peor es que está teniendo éxito en algunos territorios mediante su maquinaria de opresión y exclusión. En este caso, creo que se necesita una respuesta política y me gustaría recalcar que no sirve únicamente con luchar contra los yihadistas militarmente, tal y como mencionaba Obama, sino que también hay que combatir con ideas y proyectos y no solo con armas.

¿Y respecto al narcotráfico y el crimen organizado?

-Crimen siempre habrá porque somos humanos, pero el crimen organizado de nuestros días es extremadamente poderoso. Las cantidades de dinero que genera es enorme, hasta tal punto que es más fuerte que las estructuras tradicionales. El problema con estas mafias, en muchas ocasiones, es la dimensión legal: estas organizaciones suelen ser el resultado del fallo de las políticas implementadas, que no han triunfado para conseguir una experiencia humana estable. Hay muchos caminos para responder al crimen en general y al crimen organizado en particular. Una dimensión muy importante es la ley, cómo se entiende y se aplica, aunque también hay un elemento cultural más allá de la legalidad.

¿Considera que se están dando pasos para poder resolver estos tipos de violencia?

-Por una parte, respecto a la guerra, creo que es muy interesante la explicación del presidente Obama sobre el reciente acuerdo con Irán. Más allá de un pacto que permite que la diplomacia se desarrolle, este supone una reorientación de la trayectoria de EE.UU. respecto al uso de la guerra como primera y más importante respuesta ante los conflictos internacionales. Y en cuanto al narcotráfico, que el Papa Francisco esté hablando sobre ello y además pidiendo expresamente a estas personas que reconsideren sus formas de actuar y cambien también me parece muy positivo, porque es importante destacar que sí se puede cambiar. Pasos siempre se dan, la cuestión es si son los suficientes. En mi opinión, la comunidad internacional debería tomar en cuenta estos conflictos más en serio todavía.

¿Considera que todos los asuntos pueden ser resueltos mediante la negociación?

-Desgraciadamente, hay muchos problemas que no tienen o tienen muy difícil solución. Algunos es mejor atajarlos a través de la paciencia y la actitud, porque el diálogo, aunque útil, no siempre produce un resultado satisfactorio para las partes. Pero si la palabras no siempre es la solución, la violencia lo único que hace es complicar los problemas todavía más.

¿Cómo puede ayudar a resolver este tipo de conflictos organizaciones como Agirre Lehendakaria Center?

-El Agirre Lehendakaria Center es un centro de estudios interdisciplinares en el marco de la Ciencias Sociales que se toma muy en serio el conocimiento cultural e históricamente localizado en Euskadi. Después de todo, el pueblo vasco ha vivido una serie de experiencias de las que tenemos que aprender, ya sea para no repetir los mismos fallos o para tomar a Euskadi como ejemplo a seguir.

¿Cuáles son los proyectos más importantes en los que están inmersos en este momento?

-Uno de ellos trata sobre los escenarios de paz y en qué condiciones la violencia podría regresar a Euskadi. Esta investigación es importante porque uno de los factores de riesgo en los conflictos violentos es que puede haber recurrencias. Otro sería un proyecto de desarrollo sostenible tomando como ejemplo el caso vasco. Euskadi en los últimos 30 año ha tenido un gran desarrollo y muchos territorios buscan precisamente eso. Al final, de lo que se trata es de conseguir conocimiento para que se beneficie toda la humanidad.