Washington - El debate celebrado la noche del lunes en la OEA, que estuvo a punto de tumbar una resolución de apoyo a la reanudación de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba consensuada previamente, dejó al descubierto la politización del organismo y la animadversión hacia Washington de algunos miembros. La Organización de Estados Americanos “no fue capaz de responder de manera eficiente, drástica y contundente”, comentó al respecto el presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter.
La OEA aprobó una resolución de apoyo al histórico anuncio para el restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cuba, pero una propuesta de Bolivia para mencionar el embargo económico a la isla, respaldada por Venezuela, Nicaragua, Ecuador y El Salvador, mantuvo en vilo el acuerdo hasta el último momento. El Consejo Permanente del organismo comenzó con cinco horas de retraso la reunión extraordinaria convocada para respaldar el acercamiento entre Washington y La Habana, debido a los desacuerdos sobre el borrador de declaración. El borrador estaba listo desde el viernes, pero la propuesta de Bolivia, que pedía que se incluyera una mención al fin del embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre Cuba, obligó a los representantes permanentes a solicitar un tiempo extra para comunicarse con sus países y determinar la posición oficial de sus gobiernos.
La declaración final aprobada manifiesta la “profunda satisfacción” de la OEA por la decisión anunciada la semana pasada por los presidentes de Estados Unidos y Cuba. Además, “reitera el compromiso de las Américas con el diálogo entre Estados soberanos y expresa su apoyo a la implementación de las medidas en favor de la completa normalización de las relaciones bilaterales”. Sin embargo, Bolivia, Venezuela y Nicaragua indicaron que incluirían notas a pie de página para reflejar su posición sobre el embargo que sufre Cuba. - Efe