bilbao. El doctor Mohamed Nached dejó atrás hace ya casi cuarenta años su Siria natal, concretamente la ciudad de Alepo, tristemente ahora conocida a nivel mundial por los sangrientos combates que tiñen sus calles. Empezó una nueva vida en Bilbao como estudiante de Medicina, sin saber una palabra de castellano aunque pronto se adaptó. "El primer mes ya podía ir a comprar el pan solo. Los árabes tenemos facilidad para los idiomas", señala.
¿Qué le lleva a un sirio hasta Bilbao en 1973?
Quería estudiar Medicina y allí no podía. Tenía un amigo en Barcelona con el que me puse en contacto y después de solicitar acceso en distintas universidades, logré entrar en la universidad en Bilbao.
Los comienzos tuvieron que ser difíciles sin conocer los idiomas...
Sí, no sabía ni una palabra de castellano ni de euskera. Pero parece que tenemos facilidad los árabes de aprender idiomas. Al de un mes ya podía comprar solo el pan. Luego empecé a dar clases particulares.
¿Una vez acabada la carrera pensó en volver a Siria?
No, tenía muy claro que no quería volver allí por los problemas que hay, así que empecé a hacer sustituciones y luego monté mis propias clínicas aquí.
¿Ha vuelto a Siria?
Sí, unas cuantas veces de visita. Allí tengo familia, tres tíos en Alepo. Por suerte, mis hermanos y mis padres están en Dubai.
¿Está en contacto con sus tíos?
Apenas me llegan noticias de ellos porque la situación está muy mal. Por suerte, Alepo es una ciudad grande y ellos están viviendo en la zona donde de momento no están bombardeando.
Tiene que ser difícil la vida bajo un estado de emergencia que sigue vigente desde 1962...
Por desgracia, la libertad siempre ha estado ausente en Siria. Es un poder absoluto el que gobierna y por eso no me apetecía volver a ir. Aquí me encuentro bien y allí no voy a poder tener las libertades que tengo aquí.
¿Cómo es la vida en Alepo?
Es una vida muy difícil. La gente vive con miedo, no puede hablar ni expresarse y tampoco tienen capacidad para progresar.
¿Que siente desde la lejanía al ver que su ciudad natal es el escenario de enfrentamientos sangrientos?
Es algo muy duro porque día tras día corre la sangre. Como sirio, ciudadano de Alepo y del mundo, este conflicto es nefasto para todo ser humano. Gente que pierde a sus familiares y allegados o que se queda con la casa en ruinas por los bombardeos. Es una situación intolerable y no se puede permitir esto.
En su juventud tuvo problemas con el gobierno...
Sí, porque soy nasserista y pro unión árabe y del sistema socialista que Nasser inició en el mundo árabe. Pertenecía al Partido Liberal Socialista Nasserista. Me detuvieron por llevar la contraria al poder en unas manifestaciones.
¿Cómo fue su juventud en Siria?
Hasta los quince o dieciséis años fue normal. Luego empecé a tener conciencia de los problemas sociales, de querer cambiar, mejorar...
Ha conocido las etapas de Hafez al Asad y ahora la de su hijo Bachar al Asad. ¿Ha vivido momentos muy duros?
Sí, ha habido varios levantamientos populares que han sido masacrados, como en Hama en 1982. Esto hace que la población viva con miedo permanentemente.
¿Cree que se ha llegado al punto de no retorno, que el pueblo sirio no cederá ante la represión del gobierno?
Creo que sí, llegado a este punto no se va a ceder ni va haber retorno ni vuelta atrás. El pueblo sirio sabe muy bien lo que quiere y va a luchar por ello hasta el final.
¿Y qué solución ve?
Creo que la única solución al conflicto está como siempre en manos de las grandes potencias internacionales y sus intereses, porque Siria es un país estratégico para ellos. Si toman cartas en el asunto puede que haya solución.
El Consejo Nacional Sirio (CNS) dice que la solución pasa por armar a los rebeldes o que se lleve a cabo una intervención militar de la ONU.
La solución militar es lo peor que le puede pasar a cualquier pueblo. El diálogo debe reinar en cualquier parte del mundo. Si no se llega a acuerdos, no queda más remedio que cada uno defienda sus razones, pero yo no soy partidario de las soluciones beligerantes.
Durante su juventud, ¿las protestas que realizaban eran armadas o pacíficas?
No, nosotros expresábamos ideas con el poder de la palabra, nunca he estado a favor de las armas.
La familia Al Asad que gobierna Siria es alawita, una minoría en el país, ¿puede ser este el motivo por el que llevan a cabo la represión que ejercen sobre su pueblo?
Podría ser, pero no me gustaría enfocarlo como un conflicto entre tribus, sino entre ideas. Bachar al Asad es un señor que está dominando todos los bienes y poderes de Siria y esto es inadmisible. No me importa de dónde provenga pero sí que no gobierne a favor del pueblo sirio.
Usted, que se dedica a salvar vidas, ¿puede entender la facilidad con la que un líder autoriza masacrar a su propio pueblo para mantenerse en el poder?
Se puede entender y de hecho pasa en más partes del mundo, no solo en Siria. Lo que no se entiende es cómo un ser humano puede llegar a matar a otro ser humano.
Como profesional, ¿cómo valora las condiciones en las que trabajan los sanitarios atendiendo a la población herida?
Muchos hospitales están en ruinas y la mayoría de médicos no tienen medios para atender a los heridos. Siria ahora mismo está deshumanizada y cada vez hay más muertos.
Tras más de un año de conflicto, ¿ve cercano el final?
No estoy tan cerca como para saberlo, pero creo que una solución está en manos de Estados Unidos, Rusia y China. Si hay acuerdo entre ellos, seguro que no hay conflicto.
¿Pero eso implica la caída de Bachar al Asad?
Si quieren que caiga, cae en dos días, pero para eso Rusia tiene que dar el visto bueno. Aunque, si Estado Unidos quiere hacerlo caer, a pesar del rechazo de Rusia, también puede hacerlo como ha demostrado en Libia.
¿El pueblo sirio está pagando los intereses de terceros?
Hay muchos intereses socioeconómicos y geoestratégicos. Rusia quiere salida al mar Mediterráneo y China le apoya por dominios.
¿Le gustaría volver a Siria en otro contexto?
Por supuesto. Mi vida está aquí pero me gustaría que mi país viviese en paz y regresar.