El SNP respalda la entrada en la OTAN de una Escocia independiente
Tras décadas de oposición, la formación nacionalista propone cambiar la postura
EDIMBURGO. El Partido Nacional Escocés (SNP, en inglés) puso ayer sobre la mesa uno de los asuntos más controvertidos de cara a la independencia: la pertenencia de Escocia a la OTAN. Tras más de 30 años de oposición, la formación nacionalista comenzó a cambiar su punto de vista. Eso sí, con condiciones.
Según el SNP, una Escocia independiente sería miembro de la OTAN siempre y cuando no hubiera armas nucleares en suelo escocés. Además, para participar en las acciones de la sociedad transatlántica, éstas tendrían que ser apoyadas por la ONU, y el parlamento y gobierno escoceses.
Fue Angus Robertson, portavoz del partido nacionalista en Westminster y responsable de las políticas de defensa, quien abrió la caja de pandora. Una caja que no se cerrará hasta octubre, cuando el SNP decida en su congreso anual cuál es su política respecto a la entidad internacional de cara a una posible independencia. Será entonces cuando las bases decidan si la formación escocesa da un giro de 180 grados y deja de dar la espalda a la OTAN. De momento, Robertson lanzó la idea tras elaborar, aseguró "un informe detallado con opiniones dentro y fuera del partido". Precisamente, el portavoz de defensa recalcó que las conclusiones no dejan lugar a las dudas: "si queremos buenos vecinos y aliados, tenemos que trabajar junto a nuestros vecinos y aliados".
Precisamente, los países más cercanos a Escocia, como Noruega o Dinamarca forman parte de la OTAN. Un hecho que ha llevado a los nacionalistas a "encarar" que la organización internacional sirve también para mantener relaciones con otros estados.
ORGANIZACIÓN NUCLEAR Desde Escocia, la visión de la OTAN es que se trata de una asociación internacional que fomenta las armas nucleares. Sin embargo, de los 28 estados miembro, tan sólo 8, entre ellos Reino Unido, cuentan con armamento de este tipo. Un argumento al que se aferra Robertson para asegurar que Escocia podría ser miembro de pleno derechos sin abrir la puerta a este tipo de armas de destrucción masiva. "Podemos mantener nuestro compromiso de hacer desaparecer el armamento nuclear de Escocia y, a su vez, no romper el compromiso con nuestros aliados" enfatizó el político nacionalista.
Según el portavoz del SNP, Noruega, Dinamarca o incluso Islandia ven la OTAN como una manera de poder trabajar juntos. Una vía de cooperación que, desde la formación nacionalista, no quieren dejar escapar. En este sentido, Angus Robertson apuntó que "otros países podrían entender que siguiendo nuestra política no nuclear, no deseáramos que los buques nucleares atraquen en nuestros puertos". Un mensaje para dejar claro que el SNP mantendrá firme su oposición a este tipo de armas.
Y es que la gran mayoría de los votantes de la formación mantiene una actitud totalmente negativa hacia la presencia de armas nucleares en el país. De ahí que Robertson multiplicara los mensajes dejando clara su propuesta: sí a la OTAN, pero un no rotundo a la energía nuclear. El portavoz nacionalista en el parlamento británico insistió una vez más en que, en una Escocia independiente, su formación trabajaría para desmantelar el armamento nuclear que hay en la zona de Clyde.
INVERSIÓN EN ESCOCIA Actualmente, la zona Norte de Reino Unido coopera con las distintas organizaciones internacionales por medio de una figura conocida como "asociación por la paz" con la que trabajan también países como Suecia o Austria. Por eso mismo, y debido al carácter europeo de Escocia, Robertson subrayó que la nación entraría a formar parte de la OTAN "de manera automática".
La entrada en la asociación incluye, no obstante, unas reglas. Por un lado, el nuevo miembro tendría que suscribir un compromiso financiero por 2,5 millones de libras, lo que supone el 1,7 % del PIB escocés. Además, tendría que contribuir con 15.000 soldados, unos cuatro mil más con los que cuenta actualmente. Unas condiciones que para Robertson traerán consigo el aumento de personal de servicio, la mejora de las bases y unidades militares del país y la solución para "los vacíos que ha dejado Reino Unido".
Mientras tanto, la oposición criticó duramente el cambio de postura de los nacionalistas. La laborista Margaret Curran señaló que "una política de defensa debe estar respaldada por hechos y no por especulaciones. Hoy, las políticas del SNP son más confusas y negligentes que nunca". En esta línea se expresó también Sir Menzies Campbell. El liberaldemócrata denunció que las condiciones impuestas por los independentistas no tienen sentido y que "difícilmente se aceptarán". "Quieren el paraguas de la OTAN, pero sin responsabilidades", denunció el veterano político.
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