rabat. Al menos 18 personas murieron, entre ellas once extranjeros, y 20 quedaron heridas ayer tras un atentado en una cafetería de la ciudad marroquí de Marrakech, informaron equipos de emergencia. El hecho ocurrió en el popular café Argana. El Ministerio del Interior del reino inicialmente sólo confirmó 14 muertos de "diversas nacionalidades". No hay datos sobre los autores. Se especula con que el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), vinculado a la red de Bin Laden, habría sido el responsable de la matanza. El hecho ocurrió al mediodía cuando había una importante concurrencia en el café en la céntrica plaza de Jena El Fena, una de las principales atracciones de la ciudad y Patrimonio Mundial de la Humanidad.
La explosión fue tan intensa que se pudo oír a dos kilómetros del lugar, según relataron testigos. La televisión local informó que el atacante suicida ingresó a la cocina del local y se hizo estallar por los aires junto a las botellas de gas del horno, lo cual aumentó la fuerza de la detonación. El estallido hizo que parte del local se derrumbara y sepultara a la clientela bajo las ruinas. En un principio la policía marroquí atribuyó la explosión a una fuga de gas en la cocina. "La evaluación de las primeras pruebas en el lugar de los hechos apuntan a un atentado", informó posteriormente el Ministerio del Interior.
turistas fallecidos Entre los muertos hay aparentemente dos franceses y un británico, según el diario francés Le Figaro. También habría dos canadienses y entre los heridos, hay también ciudadanos rusos, canadienses, tunecinos y suizos. El Ministerio de Asuntos Exteriores español declaró ayer no tener constancia de que hubiera ciudadanos con pasaporte español entre las víctimas del atentado.
Una delegación gubernamental marroquí encabezada por el ministro del Interior, Taib Cherkaui, y el titular de Justicia, Mohamed Naciri, viajó a la plaza Yemá El Fna, según la agencia MAP.
Por su parte, el rey de Marruecos, Mohamed VI, dio instrucciones a Cherkaui, y Naciri para determinar con "toda celeridad y transparencia" las causas del atentado que ha acabó ayer con la vida de al menos dieciocho personas en la ciudad de Marrakech.
Durante un consejo de ministros celebrado en la localidad de Fez, el monarca instó también a "informar a la opinión pública de las conclusiones de las investigaciones", según un comunicado del Gabinete Real. Asimismo, Mohamed VI, que expresó su pésame a las familias de las víctimas, comunicó que correrá con los gastos de los funerales de los fallecidos.
de los más sangrientos Este ataque ha sido el más sangriento en Marruecos en ocho años. En mayo de 2003, varios atentados suicidas a instalaciones occidentales y judías en la capital económica Casablanca -entre ellas la Casa de España en la ciudad- causaron 45 muertos, entre ellos 12 de los atacantes. Desde entonces la policía ha desarticulado docenas de células terroristas y ha arrestado a miles de presuntos extremistas islámicos.
Al igual que en otros países norteafricanos, también en Marruecos miles de personas han salido recientemente a las calles para pedir reformas democráticas.
La última manifestación tuvo lugar el fin pasado fin de semana. Sin embargo, en la mayoría de los casos no hubo violencia como en otros países de la región. A pesar de ello, y temiendo el contagio de las revueltas, el rey Mohamed VI ha anunciado profundas reformas.
El monarca marroquí entregará parte del poder y fortalecerá la capacidad del gobierno y el Parlamento por lo que se baraja como probable que exista alguna relación entre el atentado en Marrakesh y las protestas, según señalaron ayer medios locales.
El ataque de Marrakech se produjo mientras el ministro de Economía y Finanzas de Marruecos, Salaheddine Mezouar, se encontraba en España para transmitir tranquilidad a los mercados e inversores europeos sobre la estabilidad del país alauita.