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"Ha habido una explosión seca y todo ha saltado por los aires"

El santurtziarra Endika Rodríguez, testigo del atentado en el café Argana

"Ha habido una explosión seca y todo ha saltado por los aires"Foto: EFe

Bilbao. El café Argana, objetivo ayer del atentado en Marrakech, es uno de los lugares más emblemáticos para el turista que visita Marruecos. Ubicado en la plaza Jamaa el-Fna, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2001, el local tiene tres plantas y se compone de un café-tetería y un restaurante, desde el cual tanto extranjeros como locales han disfrutado siempre de las fabulosas vistas a la plaza de la ciudad más turística del país magrebí. Además, el café Argana se encuentra junto a la entrada al zoco, lo que lo ha convertido también en un lugar muy visitado.

El atentado tuvo lugar al mediodía de ayer, y el café estaba tan concurrido como siempre. A un lado de la plaza estaba el santurtziarra Endika Rodríguez, que se encontraba de turismo por Marrakech. "Estaba en una esquina de la plaza. Me ha pillado de lado, así que no lo he visto de frente, pero se ha oído una explosión seca, un golpe; entonces, he visto una columna de humo y cómo saltaban cosas por los aires", explica, Endika, que llegó a Marruecos hace cinco días junto a su ama.

"Al principio, la gente decía que era una explosión de gas y ha empezado a correr. La información era confusa, luego han dicho que se trataba de un atentado. Nosotros nos hemos acercado y cuando hemos visto la magnitud del agujero, hemos pensado que no se trataba de una explosión de gas", relata, ya desde el hotel. "El primer y segundo piso han quedado destrozados", agrega Endika. Cuando el santurtziarra y su ama se han acercado hasta el café Argana para ver lo que había sucedido, "estaba ya acordonado, estaban los servicios de emergencia y gente dentro, que serían forenses o policías. Cuando hemos visto eso, nos hemos ido, porque tampoco hay mucho que ver ahí", explica.

Endika señala que, a pesar de la explosión, los instantes posteriores al atentado, la vida seguía su curso de forma normal en los alrededores de la plaza. "Los comercios seguían abiertos y fuera de la plaza era todo normal, salvo por las sirenas". En el hotel donde se alojan, sin embargo, los turistas estaban consternados y "no se explican lo que ha sucedido".