FAltan tres días para las elecciones presidenciales de Colombia y los dos principales candidatos, Antanas Mockus, del Partido Verde, y Juan Manuel Santos, del oficialista Partido de la U, están empatados. El domingo cerraron sus campañas electorales, en Bogotá y Cartagena de Indias, respectivamente, y la noche del martes tuvo lugar el último debate televisado, la última oportunidad para romper el empate. La suerte está echada.

Ambos candidatos tienen en común su defensa del neoliberalismo y de la necesidad de una lucha frontal a los grupos armados, pero su planteamiento es radicalmente diferente. Mientras que Santos, visto como el "heredero" del presidente, Álvaro Uribe, defiende la Seguridad Democrática -política contra la guerrilla que ha marcado los ocho años de gobierno de Uribe-, Mockus apuesta por la "legalidad democrática" y la educación. Durante la campaña, el candidato verde y ex alcalde de Bogotá ha asegurado que no negociaría con las FARC si éstas mantenían rehenes. Asimismo, ha señalado que "para combatir la violencia se necesita presión militar y continuaremos con la estrategia para consolidar la presencia del Estado en todos los municipios". Sin embargo, ha aclarado que además de presión militar, también hace falta la presión de la Justicia y la presión social.

Durante su intervención en el debate del martes, Mockus abogó por ganar a las FARC "limpiamente". Argumentó que "el desplazamiento ha sido causado en buena parte por las masacres", perpetradas en su mayoría por grupos paramilitares surgidos para enfrentar a las guerrillas. "Ganar la guerra a las FARC es costoso, es tres o cuatro veces más costos que ganarla con paramilitares, pero hay que ganarla limpiamente", añadió. Santos respondió, por su parte, que "en el caso del desplazamiento, las metas son evitarlo, y eso quiere decir más Seguridad Democrática", una apuesta por la continuidad de las políticas de Uribe.

El ex ministro de Defensa del todavía mandatario colombiano ha asestado, durante su gestión, los mayores golpes militares a las FARC y ha logrado arrinconar a la guerrilla, ganándole una buena parte de territorio. Sin embargo, su gestión será recordada también por el escándalo de los falsos positivos, cuando miembros del Ejército hicieron pasar como guerrilleros caídos en combate a jóvenes civiles para lograr méritos y recompensas.

Santos y Mockus también discreparon sobre la política tributaria durante el debate. Mientras que el candidato verde sugirió subir los impuestos, el delfín de Uribe argumentó que una reforma fiscal ahuyentaría la inversión. Hay que ser "duro" con los ricos, pero también "seductor", dijo Mockus, al defender que se necesita "una intervención del Estado con más resultados y apoyo en el sector privado". A juicio de Santos, se precisa "un esquema tributario amable con el crecimiento y la generación de empleo".

Realidad Colombia tiene una tasa de desempleo del 13%, la segunda más alta de América Latina después de República Dominicana, mientras que el 60% del empleo es precario, y, de ese porcentaje, casi la mitad con salarios por debajo del mínimo (257,8 dólares), alertó a Efe Roberto Steiner, director de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo. El país sudamericano es, además, uno de los más desiguales desde el punto de vista social, con una pobreza que alcanza al 45% de la población. En este sentido, Mockus considera que "el verdadero desarrollo solamente se logra con oportunidades que abran la educación, la innovación y el empoderamiento". Durante su campaña, ha prometido "empleo digno y oportunidades, sumado a intensivos procesos de educación y formación ciudadana" y para conseguirlo se basará en el pago efectivo de impuestos por parte de los que más tienen para financiar la mejora social de los estratos bajos.

Para Mockus, filósofo y matemático, la superación de la pobreza pasa por "la lucha contra sus causas estructurales: vivienda, agua potable y alcantarillado, salud y alimentación". Mientras, Santos, cuyo discurso está más centrado en la lucha contras las guerrillas, plantea el mantenimiento de los subsidios a las familias más pobres, programas de aseguramiento para la vejez y salud y transporte para los estudiantes más necesitados de recursos. Se trata, una vez más, de una apuesta por continuar con las políticas del actual mandatario. Sin embargo, para Alejo Vargas, doctor en Ciencia Política y especialista en Política Social de la Universidad Nacional de Colombia, Uribe puso en práctica "una política social muy paternalista" y denuncia que los subsidios que Uribe aprobó para los pequeños agricultores terminaron en manos de los grandes latifundistas, en alusión al escándalo Agro Ingreso Seguro.

Para Vargas, uno de los retos del presidente que salga de las urnas es hacer frente a los "huecos fiscales muy fuertes" que deja Uribe, por los "compromisos futuros de obras públicas hechos a la carrera". Pero, sin duda, el mayor desafío del próximo mandatario colombiano será combatir la corrupción y, esa preocupación, según Vargas, "es uno de los factores que explican el fenómeno Mockus, proveniente del rechazo de las capas medias y altas a las prácticas corruptas".

Antanas Vs Santos Aupado por una gran movilización social y por su exitoso paso como alcalde de Bogotá en dos ocasiones, el filósofo, matemático y candidato verde Antanas Mockus se ha propuesto liderar el cambio en Colombia. La incorporación de Sergio Fajardo, otro matemático y ex alcalde de Medellín, como su candidato a la vicepresidencia fue todo un acierto y el comienzo de su fulgurante ascenso en las encuestas. Fajardo, muy conocido y respetado en el país, logró que, durante su gestión, Medellín pasara de ser una de las ciudades más castigadas por la violencia a una de las más modernas de Latinoamérica.

Por su parte, Juan Manuel Santos ha sido el estratega de los mayores golpes a las FARC e impulsor de la internacionalización de la economía colombiana. Sin embargo, su ascenso político reciente está marcado por las polémica con los países vecinos, Venezuela y Ecuador -este último ha emitido una orden de arresto en su contra por el bombardeo de territorio ecuatoriano el 1 de mayo de 2008-, un asunto que ha sido el gran protagonista de la campaña electoral. Con el empate técnico entre los candidatos, todo apunta a que ambos medirán sus fuerzas en la segunda vuelta, previstas para el 20 de junio, donde los colombianos deberán decidir, definitivamente, si apuestan por el continuismo o el cambio.