bogotá. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se mostró ayer dispuesto a aceptar un acuerdo humanitario con las FARC por el que se intercambiarían secuestrados por guerrilleros presos, con la condición de que "no vuelvan a delinquir".
"El Gobierno ha facilitado liberaciones, ha hecho rescates y no se opone al acuerdo humanitario siempre y cuando el acuerdo humanitario no sea para devolverles delincuentes a las FARC", dijo Uribe desde Arauca, capital del departamento con el mismo nombre y fronterizo con Venezuela, donde presidió un consejo de seguridad.
El mandatario señaló que ese canje de rehenes por presos no debe fortalecer la "capacidad criminal" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "Un acuerdo humanitario tiene como condición que aquellos integrantes de las FARC que lleguen a salir de la cárcel, no regresen a delinquir", insistió. Los guerrilleros presos que "llegaran a salir de la cárcel deben dar todas las garantías (...) de que no vuelven a delinquir. Quiero llamar atención de mis compatriotas sobre esa necesidad porque el acuerdo humanitario no es para fortalecer el terrorismo, sino para liberar a los colombianos de la pesadilla de las acciones terroristas", aseveró.
Uribe hizo estas declaraciones tras la liberación ayer del soldado Josué Daniel Calvo. >efe