La ultraderecha gana terreno en Holanda antes de las generales
Crece el temor ante su posible ingreso en una coalición a nivel nacional
Amsterdam. Las previsiones se confirmaron y, a pesar de que el Partido Para la Libertad (PVV) del ultraderechista Geert Wilders sólo se presentaba en dos localidades, la extrema derecha experimentó un gran auge en las elecciones municipales holandesas. Estos comicios estaban marcados en rojo por ser un buen termómetro para medir las decisiones de los ciudadanos de cara a las próximas elecciones generales anticipadas que se celebrarán el 9 de junio.
El ultraderechista PVV, liderado por el xenófobo Geert Wilders, y los liberales del D66 fueron los que más margen ganaron, mientras que los laboristas del PvdA y los democristianos (CDA), del primer ministro en funciones, Jan Peter Balkenende, aparecieron como los grandes perdedores aunque mantienen su posición todavía mayoritaria.
En las únicas dos ciudades en las que se presentaba el PVV, Almere y La Haya, la formación logró colocarse en primera y segunda posición, respectivamente. "Lo que sucede en La Haya y Almere puede suceder en todo el país" comentó Wilders, quien considera lo ocurrido como un "trampolín para el éxito". El controvertido político vaticinó que su partido "será el más grande de Holanda" tras los próximos comicios.
En Amsterdam, los laboristas del PvdA fueron los grandes perdedores, ya que aunque mantuvieron su posición de liderazgo vieron reducido considerablemente su respaldo en favor de los liberales del D66. Los resultados en Rotterdam, a falta del recuento de un 4% de los votos, no son tan claros. El PvdA se sitúa a la cabeza con un 28,8% de los votos, seguido de cerca por el Leefbaar, que suma ya el 28,6%. Los resultados definitivos se conocerán hoy.
También quedó en el aire, hasta la próxima semana, si se daba por válida la votación en Amsterdam, donde un problema técnico obligó a sustituir las papeletas a mitad de la jornada electoral para incluir al candidato del VVD, Eric van den Burg, que no aparecía en la primera versión.
Decepción a medias Socialistas y democristianos mostraron una decepción a medias con los resultados, aliviados porque no se hayan cumplido los peores pronósticos. "Dijeron que estábamos muertos y enterrados", comentó el líder del PvdA, Wouter Bos; pero añadió: "Hemos vuelto". Balkenende, por su parte, señaló que la caída del Gobierno influyó de forma decisiva en el resultado de las municipales, pero admitió que "podría haber sido mayor".
El PvdA se hizo con el 16% de los votos (en 2006 logró un 23%), lo que le permite seguir como la primera fuerza a escala nacional, aunque en número de escaños fueron sobrepasados por el CDA y los liberales del VVD. El CDA perdió un 2% de sus votos (tiene el 14,8%, tras el 17% de 2006), pero es el partido que más escaños ha logrado después de los locales. Éstos partidos consiguieron en conjunto 2.300 sitios de los 8.700 existentes a nivel local.
Todavía quedan 22 municipios de los 394 en los que no se conocían los resultados. De los 16,4 millones de habitantes que tiene el país, 12,2 millones tienen derecho a votar, pero sólo un 53% acudió a las urnas, un 3% por debajo del índice registrado en las celebradas cuatro años antes (56,3%).
Los medios holandeses anticipan que, si en junio se mantiene la tendencia de voto de estos comicios, los tres partidos que podrían acabar formando la nueva coalición gubernamental serían el CDA, el PvdA y los radicales de derecha del PVV, una posibilidad que preocupa a los opositores de Wilders que califican abiertamente a esta formación de xenófoba. Todas las opciones son posibles, pero la decisión de confirmar el giro a la extrema derecha de Holanda la tienen sus propios ciudadanos en junio.
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