Las amenazas denunciadas por las siete selecciones (Dinamarca, Inglaterra, Gales, Bélgica, Alemania, Suiza y Países Bajos) que decidieron portar durante la Copa del Mundo un brazalete en favor del colectivo LGTBIQ+ siguen trayendo cola. Dinamarca anunció ayer miércoles a través de su CEO y del presidente de la federación danesa, Jakub Jensen y Jesper Moller, respectivamente, que está valorando solicitar a la UEFA la retirada de la FIFA junto a las otras seis selecciones que decidieron portar el brazalete pero renunciaron a última hora por las presiones del máximo organismo del fútbol internacional. “No es una decisión que se haya tomado ahora. Hace tiempo que lo tenemos claro. Lo hemos estado discutiendo en la región nórdica desde agosto”, declaró Moller.

“Lo hemos vuelto a pensar ahora. Me imagino que puede haber desafíos si Dinamarca se va sola. Tenemos que pensar en la cuestión de cómo restaurar la confianza en la FIFA. Debemos evaluar lo que ha sucedido y luego debemos crear una estrategia, también con nuestros colegas nórdicos”, añadió Moller.

Alemania, cuyos futbolistas posaron en la foto de equipo previa al duelo contra Japón se taparon la boca en señal de protesta, medita denunciar a la FIFA por la prohibición de portar el brazalete arcoíris con el lema One Love. “La Federación está comprobando si esta acción de la FIFA es legal”, explicó el portavoz de la Federación, Steffen Simon, para la agencia AFP.

“La FIFA nos prohibió mostrar un cartel por la diversidad y los derechos humanos. Además, con amenazas masivas de sanciones deportivas”, ahondó Simon, quien unas horas manifestó que Alemania había sufrido “chantaje”.

Estas declaraciones llegan después de que la cadena de supermercados alemana REWE, patrocinador principal de la Federación germana, cortara la relación comercial por considerar “inaceptable” la decisión de la FIFA así como las palabras del presidente del organismo internacional, Gianni Infantino.