El bueno, el feo y el malo

La belleza está en los ojos de quien mira. Esta cursilería viene al pelo para arrancar renegando de los dogmas y aceptando la subjetividad. Dicho esto, hay que reconocer que esos principios no funcionan en la vida real ni en el mundo del automóvil, donde la estampa de unos modelos genera pasiones y las de otros provocan rechazo o indiferencia. Sucede algo parecido con la calidad, parámetro a priori evaluable -unos coches duran y se averían menos que otros- que, sin embargo, no afecta tanto a las ventas como se podría intuir. Lo cierto es que hay un relativo consenso, que no unanimidad, a la hora de determinar cuáles son los mejores y peores coches del mundo, incluso para señalar a alguno como el más feo de la historia. Al final, lo que cuenta son las sensaciones y las opiniones de cada cual. Diga lo que diga la Inteligencia Artificial.

Pero como el verano invita a jugar, hemos querido conocer la visión de la IA -en realidad, de más de una- sobre este viejo y poco relevante asunto. Y aprovechando la vieja fórmula del spagetti western rodado en 1966 por Sergio Leone, intentamos descubrir cuáles son “El bueno, el feo y el malo” de la historia reciente del automóvil en Europa.

El veredicto de la IA no arroja grandes sorpresas ya que plantea una lista de modelos que podría elaborar cualquier cuadrilla de txikiteros con buena memoria. Es posible que alguien descubra entre los vehículos citados el que admiró o incluso compró en algún momento. Si aparece clasificado entre los adefesios o los deficientes no se ofenda con nadie más que con ChatGPT.