Un SUV compacto, una berlina compacta en dos hechuras, un SUV de talla media y un comercial multiusos engrosarán la nómina de modelos Kia eléctricos. Se incorporarán paulatinamente al mercado en la segunda mitad de un año de frenética actividad para la firma asiática, que también acomete la puesta al corriente de superventas como el Sportage y el Ceed.
Hace tiempo que Kia se puso las pilas para competir en un mercado abocado, más por decreto que por convicción popular, a la electrificación. Mientras algunas marcas de solera filosofaban sobre el porvenir de la automoción, la surcoreana se dedicaba a construirlo pergeñando un repertorio de vehículos sin emisiones. Esa determinación le permite hoy hacer frente a una invasión de productos chinos que desborda a casi todos los fabricantes europeos.
De este modo, Kia va camino de consolidar su posición a corto y medio plazo en un mercado eléctrico que sigue sin cumplir las previsiones de ventas, casi siempre infundadas, de gobernantes y fabricantes. La filial hispana de la compañía de Seúl prevé colocar este ejercicio en el mercado del orden de seis mil vehículos plenamente electrificados. Alcanzar esa cifra, equivalente al 10% de sus entregas totales en 2024, supondría doblar el porcentaje medio de ventas de eléctricos en el mercado español. En lo que va de 2025 los BEV ganan algo de protagonismo al aportar el 6,94% de las matriculaciones, porcentaje que asciende al 8,4 en Bizkaia tras aumentar a 285 los ejemplares a batería vendidos.
Con mucho terreno por conquistar, Kia coloca el EV3, su más reciente creación eléctrica, en segunda posición de la categoría tras el primer trimestre. Han optado por este candidato 1.292 personas y empresas. Son bastantes menos de las que prefirieron el Model 3 (2.047) de Tesla, inmune a cualquier atisbo de boicot del público por los excesos de su propietario Elon Musk. El EV3 mantiene una pequeña ventaja respecto al R5 y al Model Y; más atrás van quedando Mini, Dolphin, Atto 3, Spring, C3 y EQA, modelos que completan el top ten de emisiones 0.
El EV3, más que ninguna de las otras propuestas a batería de la casa, es el candidato que puede empezar a cambiar la percepción que el público tiene hoy del coche eléctrico. Desmiente en buena medida los tópicos -siempre responden parcialmente a la realidad- que lastan el desarrollo de esta tecnología: precio elevado, autonomía escasa y dificultades de recarga.
Esta última objeción encuentra cada vez mejor solución. Parece bastante obvio que la compra de un coche eléctrico solamente tiene sentido cuando se dispone de acceso garantizado a una fuente de suministro o, en su defecto, de mucho tiempo libre para ir en busca de un punto de reabastecimiento público disponible y operativo. El EV3 puede cargar en una estación doméstica de corriente alterna de hasta 11 kW en cinco horas y media; enchufado a tomas de CC (hasta 128 kW), repone el 80% del contenido en apenas media hora.
La limitación de movimientos es otro reproche recurrente a los eléctricos que disuade a muchos compradores potenciales. Kia intenta disipar esos recelos anunciando en el EV3 rangos de autonomía suficientes para alternar recorridos cotidianos y desplazamientos más largos. Combina el motor de 204 CV con dos opciones de batería; la de 58 kWh augura hasta 436 km seguidos, alcance que aumenta hasta 605 cuando se opta por el acumulador de 81 kWh.
Además, no es un coche especialmente costoso. Kia anuncia una horquilla de precios entre 22.550 y 34.080 €, una vez maquillada computando el descuento por financiación (de al menos 13.000 €) y las subvenciones del Plan Moves (hasta 7.000 € achatarrando un coche obsoleto). De todos modos, no hay competidores que mejoren la relación calidad-precio del EV3.