La metamorfosis experimentada por el Citroën C3 Aircross depara un SUV de 4,4 metros espacioso, fotogénico y bastante asequible. Esta segunda remesa ya estaba disponible con motor gasolina de 100 CV, por menos de veinte mil euros, y con impulsión eléctrica de 113 CV, por más de veintiséis mil. A partir de ahora plantea también una interpretación provista de hibridación ligera a 48 voltios con 136 CV, opción bastante más eficaz y adecuada a las preferencias del público. Su estreno coincide con el de la configuración interior con siete asientos.

Nacido como una suerte de crossover compacto propenso a callejear, el C3 Aircross se transformó el año pasado en el genuino SUV con una talla más que es hoy. El importante aumento de tamaño (ha crecido 23 centímetros) va acompañado de una afortunada evolución del diseño, que confiere versatilidad y también credibilidad como sucedáneo de todoterreno al gusto de familias activas. Lo mejor de todo es que el modelo resultante asoma al mercado con un precio contenido, complemento perfecto para su jovial y atractiva estampa.

En la nueva etapa, el modelo se convierte en uno de esos coches que entran por los ojos y encajan en el bolsillo. El panorama comercial actual no presenta muchos automóviles con semejante tamaño (4,40 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,66 de alto) y parecida capacidad por un precio tan ajustado. El C3 Aircross se puede adquirir desde 19.290 €.

Es la cantidad mínima que reclama la versión más asequible, animada por el antes citado motor 1.2 Turbo 100 de tres cilindros y ataviada con el modesto acabado You, que ajusta el precio escatimando equipamiento. Lleva, claro está, las ayudas a la conducción preceptivas: Active Safety Brake con aviso de colisión frontal, asistentes de mantenimiento de carril y de arranque en pendiente, alerta de atención del conductor, información sobre límites de velocidad, controles de estabilidad y tracción, limitador de velocidad y control de crucero. Completa sus dotaciones con seis airbags, aire acondicionado manual, elevalunas delanteros, sensor de aparcamiento trasero, encendido automático de faros, suspensión Advanced Comfort con amortiguadores hidráulicos progresivos, llantas de chapa y poco más.

El C3 Aircross contempla además dos puestas en escena superiores, cada una de las cuales mejora los contenidos de la anterior al tiempo que aumenta el precio. La Plus, que solicita 21.880 € con el mismo motor, justifica el suplemento económico agregando recursos: climatizador, pantalla táctil de 10,25 pulgadas, sensor de estacionamiento delantero, cuatro elevalunas y retrovisores eléctricos, equipo de sonido, etc. La definición Max, vinculada a las motorizaciones híbrida (27.690 €) y eléctrica pero no a la básica, suma llantas de aluminio de 17 pulgadas, techo bitono, sistema de detección de obstáculos en el ángulo muerto, piso del maletero de doble altura y ambientación interior específica.

VERSIÓN

SIETE PLAZAS

Sin maletero. Citroën incorpora este año al catálogo del C3 Aircross una configuración de cabina con siete plazas; reclama 850 € adicionales. Esta variante aprovecha parcialmente los 460 litros del cofre de carga ofrecidos por la versión para cinco ocupantes instalando una tercera línea escamoteable con dos plazas adicionales. Son asientos de acceso relativamente fácil, al menos para chavalería y adultos ágiles de poca corpulencia, pero de limitada habitabilidad. Resultan adecuados para pasajeros infantiles; un adulto se ve obligado a llevar las piernas muy flexionadas y no tiene espacio para meter los pies bajo el asiento precedente. Por otra parte, utilizar las siete plazas supone renunciar a casi todo el maletero, puesto que queda reducido a unos testimoniales 40 litros. Una vez replegadas las dos butacas supletorias en su alojamiento del piso, el hueco liberado no recupera toda la capacidad de la versión de cinco plazas, sino que se queda en 330 litros.