El i20, el más popular de los Hyundai compactos –reúne casi tantos partidarios como el Kona– actualiza su puesta en escena N Line con visos deportivos. La renovación cumple las últimas exigencias medioambientales (norma Euro 6e) y garantiza el máximo nivel de seguridad. Estos progresos conviven con una puesta en escena más cuidada y con dotaciones más abundantes, lo que realza el atractivo de esta versión que corona la gama i20.
El modelo dispone ahora de navegador y de sistema de información y entretenimiento con pantalla táctil de 10,25 pulgadas compatible con Android Audio y Apple CarPlay. También ofrece conectividad a través de Bluelink en todas sus versiones. En el acabado N Line el ordenador de a bordo se asocia a una pantalla TFT a color de mayor tamaño (4,2”) para facilitar la lectura de la información. Las unidades N Line con motor 1.0 TGDi reciben un nuevo cuadro de instrumentos completamente digital.
Progresa asimismo la seguridad, con recursos como asistencia de frenado y control de estabilidad, a los que se une un paquete de seguridad que incluye varias funciones de última generación. Ofrece, por ejemplo, un asistente de prevención de colisión frontal con capacidad de detección de ciclistas o un sistema de mantenimiento en el carril más avanzado que el anterior.
Las versiones N Line lucen paragolpes e inserciones decorativas específicas. Enfatizan su dinamismo por medio de nuevos diseños de parrilla frontal y de llantas de aleación (son de 17 pulgadas).
Al acceder al interior se descubre una ambientación colorida, acorde al carácter deportivo del vehículo. Hay nuevas luces led en las zonas del mapa, el interior y el parasol, especialmente útiles en entornos oscuros. Los mandos y varios detalles están acabados en tonos rojos y metálicos. El volante N Line, con cuero perforado y costuras rojas exclusivas, realza la estética y facilita el manejo. La misma estética contagia al pomo del cambio. Los pedales antideslizantes emulan un acabado en aluminio. Los asientos deportivos lucen costuras de contraste y emblemas N Line.
Esta puesta en escena se asocia a los dos motores de gasolina disponibles, el 1.2 MPI de 79 CV y el 1.0 microhibridado de 100 CV. Son los mismos bloques que Hyundai asigna al Bayon. Su aportación es mayor en el i20. El cuatro cilindros de menor potencia rueda a un máximo de 166 km/h y acelera de 0 a 100 en 13,7 segundos; reclama 5,5 litros de media y emite 125 g/km de dióxido de carbono. El motor de tres cilindros se vincula a caja manual de seis marchas y a automática de siete. La primera combinación firma unas credenciales algo mejores: 183 km/h de punta y 11,1 segundos hasta 100 km/h, además de 5,2 litros de gasto medio y 119 g/km de CO2.
En función de la motorización elegida, el i20 con acabado N Line cuesta entre 24.070 y 29.610 €. Estos importes se reducen con los 2.200 € de campaña de descuento; financiando la compra el precio baja otros 2.000 y renovando un usado 800 más.
Adiós al i20 N Copa
Hyundai se despide de los motores de combustión interna en su gama N más prestacional, que pasa a ser eléctrica. Lo hace con una edición limitada a 250 unidades del i20 N Copa, un pequeño bólido con 204 CV que siempre ha hecho las delicias de las personas amantes de la conducción. Estos ejemplares de la serie final suman a su completo equipamiento una decoración conmemorativa específica. Su precio asciende a 35.690 euros.