Fiel a sus principios, la décima segunda edición de Retroclásica Bilbao congrega a un centenar de expositores que acercan al BEC de Barakaldo un poco de todo. La muestra propone sobre todo un cóctel de automóviles y motocicletas con historia, con pedigrí o con un significado especial.

Sin duda lo tiene, por enjundia y cercanía, la colección privada Rolls Royce Torre Loizaga de Galdames, considerada una de las más importantes del mundo en su género. También toca la fibra sensible la extinta marca Goggomobil, que ensambló utilitarios en Mungia a comienzos de los sesenta. Además, Retroclásica celebra los cien años organizando carreras de la ‘Peña motorista’, denominación más popular que la rancia y oficial (Real Peña Motorista de Vizcaya).

Devotos, expertos y curiosos quedarán prendados de los convertibles de antaño, ejemplo de armonía entre elegancia y deportividad. La asociación Euskadiko Citroënaren Lagunak ha conseguido reunir un repertorio de descapotables de los años 50 y 60, del que forman parte iconos como un Ford Thunderbird, un Mercedes 190 SL y un Austin Healey 3000. Estarán acompañados por ejemplares de Triumph, SEAT, Renault y Volkswagen de esa misma época, igualmente ataviados con carrocería tipo cabriolet.

Imagen publicitaria de Goggomobil en los años sesenta.

La iniciativa que organizan el BEC y la empresa Eventos del Motor nunca olvida ese pasado que vinculó a Bizkaia la industria automotriz, aunque fuese de forma tan fugaz como la actividad de la planta Goggomobil, en funcionamiento entre 1962 y 1966. La edición de este año propiciará conocer varios de aquellos pequeños coches, unos en estado original y otros perfectamente restaurados. Destaca una unidad de primera edición, ensamblada en Mungia en 1962, descubierta recientemente en un garaje.

Retroclásica tampoco pierde la ocasión de conmemorar los cien años de ‘la Peña’, promotora de mil y una pruebas deportivas en carreteras vascas. Una exposición monográfica evocará la era dorada de ralis y subidas de montaña por medio de coches emblemáticos de los años 70, 80 y 90: Audi Quattro, Simca Rally 2, FIAT X1-9 Proto, Ford Cobra y Renault 4L Grupo 4. Un diorama del Rally Firestone transmitirá al público algunas de las sensaciones a bordo de un Opel Kadett de competición de la época.

El club Automóvil Clásico de Euskadi va a acercar la experiencia del Dakar con el Volkswagen Iltis y el Toyota BJ40 con los que Ignacio Corcuera participó en la prueba. Los acompañará el Mercedes Unimog, el camión que el curtido piloto local ha inscrito en la categoría de clásicos de esta inminente edición del Dakar.

En el apartado de las dos ruedas, el certamen plantea dos interesantes propuestas. Una recuerda las andanzas de la firma Bultaco reuniendo una veintena de sus creaciones, comercializadas entre los años 60 y 80; mostrará unidades de El Bandido, Pursang, Frontera y Mercurio. La segunda, realizada gracias a la colaboración de Plentziaclassic y dasMoto Bizkaia, se hace eco del centenario de BMW Motorrad. Realiza un periplo por su historia a través de una selección de motocicletas, tanto clásicas como contemporáneas: R35, R69S, R60 Sidecar, R50/5 y R50/2.

Retroclásica Bilbao se ha convertido en un compromiso ineludible para toda persona amante de esos vehículos veteranos que tienen una historia por contar. Es, además, el escenario idóneo para mostrar y buscar, para vender y adquirir en su espacio Corral Garage, el coche o la motocicleta soñados. Asimismo, los organizadores del certamen ofrecen de forma gratuita una zona Club Station para que los colectivos de aficionados den a conocer su actividad y capten nuevos socios. l