Visto con la perspectiva actual del negocio, el Pluriel puede considerarse un fiasco. Contemplado bajo el prisma del diseño, el modelo gana enteros. Su lanzamiento constató que Citroën estaba dispuesta a asumir riesgos con tal de no transitar por los mismos derroteros que las demás marcas.

El planteamiento inicial no estaba nada mal. Pretendía brindar un convertible derivado del primer C3 que emulara las facultades y capacidades de este. Su gran innovación consistió en plantear cinco configuraciones posibles. De turismo compacto casi hermético pasaba a cabrio con solo plegar la capota textil. La maniobra dejaba al descubierto los arcos longitudinales de los flancos, piezas distintivas de aluminio que se podían desmontar a mano para transformar el Pluriel en un descapotable tipo spider; la sencilla, que no rápida operación, requería disponer de un sitio para guardar las aparatosas piezas una vez retiradas. Por último, renunciando también al asiento trasero, el Pluriel emulaba a un práctico pick up biplaza. En siete años, Citroën ensambló 115.000 unidades de esta singular versión del C3.