VUELVEN el 600 y el Topolino. Fiat rescata las vetustas denominaciones para dos modernas creaciones a punto de pisar la calle. La casa italiana, propensa a hacer memoria sin caer en la nostalgia, traslada el concepto seiscientos al siglo XXI. Lo hace en forma de polivalente turismo compacto con visos de crossover e impulsión eléctrica, llamado a liderar sus ventas. Todo lo contrario que el Topolino contemporáneo, simpático y minoritario cuadriciclo urbano a pilas.

Fiat retoma las míticas tres cifras para identificar un producto que reúne todos los ingredientes necesarios para triunfar en un hipotético mercado en el que imperarán la electrificación y la compra racional. Las primeras imágenes del 600, difundidas la semana pasada, tras un paseo por el centro de Roma, confirman las sospechas de continuismo estético. Fiel a sí misma, la firma replica el estilo del exitoso 500 ganando una talla.

En consecuencia, el nuevo 600 expande la escueta hechura del utilitario hermano para cumplir con las demandas de un sector de público más amplio. Su diseño, que sigue evocando al ancestro original mientras hace guiños a la moda SUV, promete la funcionalidad propia de un turismo contemporáneo de cuatro metros. A falta de medidas oficiales, esa es la eslora estimada en el seiscientos, al que cabe exigir cuatro plazas reales (cinco oficiales) y un volumen de carga acorde (350 litros). Así lo sugiere la comparación con el Avenger, primo-hermano del consorcio Stellantis recién salido del horno.

Siguiendo con los paralelismos, la decisión de Fiat de plantear inicialmente el 600 como modelo eléctrico lleva a pensar que la motorización elegida será la misma que anima al joven Jeep. Si se confirma la sospecha, el próximo candidato contará con el impulsor de 115 kW (156 CV) y con la batería de 54 kWh. Esta combinación, generalizada en los modelos eléctricos del grupo franco-italiano, procura del orden de 400 kilómetros de autonomía. Es capaz de reabastecerse con corriente alterna hasta 11 kW y admite hasta 100 kW de continua; en tal caso, repone el 80% de carga en menos de media hora.

La lógica sugiere que el 600 adoptará también motorizaciones de combustión, con y sin apoyo eléctrico. La primera en incorporarse al repertorio puede ser la tricilíndrica de gasolina con 1,2 litros y 100 CV, que daría lugar a una versión más asequible del modelo (¿menos de 23.000 euros?). Otro candidato idóneo para este próximo Fiat es el bloque MHEV de hibridación ligera, con 136 CV, que comienza a ser utilizado por las marcas del grupo.

El nuevo Fiat 600 es el sucesor natural del actual 500X. No obstante, el estreno del primero, previsiblemente antes de final de año, no supondrá la desaparición del segundo. La marca prevé que ambos modelos convivan durante un tiempo. l

VUELVEN el 600 y el Topolino. Fiat rescata las vetustas denominaciones para dos modernas creaciones a punto de pisar la calle. La casa italiana, propensa a hacer memoria sin caer en la nostalgia, traslada el concepto seiscientos al siglo XXI. Lo hace en forma de polivalente turismo compacto con visos de crossover e impulsión eléctrica, llamado a liderar sus ventas. Todo lo contrario que el Topolino contemporáneo, simpático y minoritario cuadriciclo urbano a pilas.

Fiat retoma las míticas tres cifras para identificar un producto que reúne todos los ingredientes necesarios para triunfar en un hipotético mercado en el que imperarán la electrificación y la compra racional. Las primeras imágenes del 600, difundidas la semana pasada, tras un paseo por el centro de Roma, confirman las sospechas de continuismo estético. Fiel a sí misma, la firma replica el estilo del exitoso 500 ganando una talla.

En consecuencia, el nuevo 600 expande la escueta hechura del utilitario hermano para cumplir con las demandas de un sector de público más amplio. Su diseño, que sigue evocando al ancestro original mientras hace guiños a la moda SUV, promete la funcionalidad propia de un turismo contemporáneo de cuatro metros. A falta de medidas oficiales, esa es la eslora estimada en el seiscientos, al que cabe exigir cuatro plazas reales (cinco oficiales) y un volumen de carga acorde (350 litros). Así lo sugiere la comparación con el Avenger, primo-hermano del consorcio Stellantis recién salido del horno.

Siguiendo con los paralelismos, la decisión de Fiat de plantear inicialmente el 600 como modelo eléctrico lleva a pensar que la motorización elegida será la misma que anima al joven Jeep. Si se confirma la sospecha, el próximo candidato contará con el impulsor de 115 kW (156 CV) y con la batería de 54 kWh. Esta combinación, generalizada en los modelos eléctricos del grupo franco-italiano, procura del orden de 400 kilómetros de autonomía. Es capaz de reabastecerse con corriente alterna hasta 11 kW y admite hasta 100 kW de continua; en tal caso, repone el 80% de carga en menos de media hora.

La lógica sugiere que el 600 adoptará también motorizaciones de combustión, con y sin apoyo eléctrico. La primera en incorporarse al repertorio puede ser la tricilíndrica de gasolina con 1,2 litros y 100 CV, que daría lugar a una versión más asequible del modelo (¿menos de 23.000 euros?). Otro candidato idóneo para este próximo Fiat es el bloque MHEV de hibridación ligera, con 136 CV, que comienza a ser utilizado por las marcas del grupo.

El nuevo Fiat 600 es el sucesor natural del actual 500X. No obstante, el estreno del primero, previsiblemente antes de final de año, no supondrá la desaparición del segundo. La marca prevé que ambos modelos convivan durante un tiempo.