La Fabbrica Italiana Automobili Torino debutó en 1899 en la entonces incipiente industria del motor. Conocidas por sus coches populares, las siglas FIAT también firman aviones, lubricantes, blindados, trenes…

Su primera incursión fuera del ámbito de la automoción data de principios del siglo pasado, momento en el que la compañía emprendió actividades en el mundo de la aeronáutica, aplicando su experiencia en el mundo de las carreras al desarrollo de motores para aviones. La sucesión de las dos contiendas mundiales propició que esta división cobrase importancia. Su mayor éxito ha sido el Fiat G.91, caza cuyas 700 unidades prestaron servicio hasta 1995 en las fuerzas aéreas de Italia, Alemania y Portugal. Fiat Avio colaboró también en los propulsores de los aviones Tornado y Harrier de los 90.

Fiat también ha tenido una división ferroviaria, creada en 1917 y adquirida por Alstom en 2000, que ha sido decisiva en el desarrollo de este transporte terrestre. De igual forma, la compañía centenaria de Turín ha desarrollado carros de combate y tractores de uso militar y agrícola.