EL Clio se mantiene joven y en forma. Lo demuestra una vez más con una lúcida renovación de esta quinta edición. Los concesionarios de la marca francesa comenzarán en junio a aceptar pedidos de una remesa que pone al corriente su aspecto y perfecciona buena parte de los contenidos. Los cambios no permiten hablar de salto generacional, pero sí de una importante remodelación de la entrega vigente.

El proceso apenas altera las proporciones estrenadas cuatro años atrás, pero transforma significativamente la imagen del popular modelo. Renault aprovecha la intervención para afinar el eficiente método de impulsión híbrida no enchufable, que denomina E-TECH Full Hybrid. Es el gran aliciente de un menú motriz completado con dos variantes a gasolina (una compatible con GLP) y con otra diésel.

Después de treinta años de presencia ininterrumpida en el mercado, el Clio continúa siendo uno de los referentes de la categoría de turismos compactos. Ha superado sin demasiadas secuelas la presión de la moda SUV y las dificultades de producción derivadas de la falta de componentes. Ahora se implica en la remontada de la marca, que dispara su resultado un 74% respecto al flojo 2022.

El Clio siempre ha disfrutado de la confianza de una clientela fiel y estable, a menudo de edad media inferior a la de otros rivales. Quizá por ello los estudios de mercado detectan que el diseño es uno de los principales argumentos de ventas del modelo.

Así se explica el afán de la firma del rombo en preservar la frescura de la entrega actual, actualizando el envoltorio y la ambientación interior. El Clio que viene pone buena cara al adoptar un nuevo estilo de parrilla, paragolpes y grupos ópticos; estos incorporan la firma lumínica que distinguirá a las futuras creaciones de Renault. Los retoques externos resultan determinantes, consiguiendo que el modelo sintonice con el estilo vigente en la marca. La transformación interior es menos intensa. Está marcada por la presencia en todas las versiones de cuadro de mandos digital, de 7 o de 10 pulgadas, acompañado de una pantalla táctil vertical de 9,3 pulgadas presidiendo el salpicadero.

Renault programa tres definiciones de producto: evolution, techno y esprit Alpine. Esta última, de clara inspiración deportiva, es la más ambiciosa y vistosa. En función del acabado, el modelo puede contar con diversas ayudas a la conducción (frenada autónoma, detección de viandantes y ciclistas, reconocimiento de señales, cámaras perimetrales con perspectiva cenital virtual, guiado automático combinando el mantenimiento de carril y el programador de velocidad, etc.).