En su primer ejercicio completo, el Enyaq iV consiguió el año pasado poco más de quinientas matriculaciones en el mercado español. La cifra ilustra perfectamente la situación de la electrificación, tecnología que, por múltiples razones de peso, continúa sin seducir ni convencer a la clientela. Así que, no cabe esperar que esta derivada Coupé tenga mucho tirón comercial; la suya va a ser una aportación más bien testimonial.

Lo que se espera de este producto, tecnológicamente innovador y estéticamente conmovedor, es que contribuya a prestigiar a Škoda. La firma emergente del grupo VW está empeñada en inscribir su nombre entre los diez primeros fabricantes y en alcanzar una cuota de mercado del 5% en tres años. Para alcanzar ese objetivo programa tres nuevos modelos eléctricos desde ahora hasta 2025.

Con un Enyaq Coupé iV que llama a la puerta de la clase premium, la marca acrecienta su reputación y se deja ver en un segmento al que algunas competidoras aún no han llegado. Esta creación va a encantar a muchas de las personas con recursos que ya piensan en un próximo Škoda. Pero, por más que el Enyaq Coupé iV tenga un empaque que le permitiría defender con dignidad unos aros en su parrilla, se antoja improbable que quienes manejan un presupuesto de cincuenta mil euros para arriba se decidan por la marca checa, en vez de por una de las premium clásicas.