Algo tiene el diseño del 500, que tiempo después de su estreno, sigue despertando simpatía y aún hace girar cabezas a su paso. La nueva derivada eléctrica consigue que el modelo sintonice aun más con la época que vive, marcada por la descarbonización y el respeto medioambiental. El Fiat 500e cumple esas premisas con esta motorización de nulas emisiones. Está disponible en dos niveles de rendimiento, 97 y 117 CV, a los que corresponden otros dos de alcance, 190 y 320 km. Su precio oficial, sin computar descuentos ni subvenciones, arranca desde 26.850 euros; la red comercial de Fiat propone una financiación con 36 cuotas de 229 euros.

Además de por la potencia del motor, las dos versiones que el 500e plantea se diferencian por la batería empleada. La de mayor alcance utiliza un acumulador de superior tamaño, peso y capacidad, factor este determinante. Sus 37,3 kWh reales deparan esos 130 km de ventaja respecto a la autonomía que procura la alternativa más comedida, cuya batería brinda 21,3 kWh.

Al margen de las prestaciones, faceta en la que destaca una vez más la primera, en un uso cotidiano ambas responden de manera igualmente satisfactoria. Una con más chispa que otra en tráfico abierto. A fin de cuentas, para quien vaya a destinar este manejable coche a recorridos eminentemente urbanos, resulta mucho más determinante la disponibilidad de un punto de recarga que un plus de potencia que rara vez se necesita.

La gama plantea carrocerías hatchback, cabrio y 3+1. Se estructura en tres niveles denominados Nuevo 500, (RED) y la Serie Especial La Prima by Bocelli, cada uno con una combinación de tecnología, conectividad y seguridad. La versión 100% eléctrica sugiere, además, cuatro paquetes de equipamiento complementarios (Style, Tech, Comfort y La Prima) que, por pequeños sobreprecios sucesivos, van incrementando las dotaciones de serie con recursos funcionales y ayudas a la conducción.