EL extenso repertorio de Mercedes-Benz aumenta con la inclusión del Clase T, interpretación exclusivamente para pasajeros del proyecto que también da origen al Citan. Esta nueva declinación transforma la furgoneta ligera en versátil y esmerado sucedáneo de monovolumen. La marca de la estrella lo dota del empaque, la tecnología y las comodidades al alcance de algunos de sus turismos. El Clase T sale a la venta con motorizaciones diésel (95 y 116 CV) y gasolina (102 y 131 CV); está disponible a cambio de un desembolso mínimo de 28.062 euros.

El mundo del automóvil progresa gracias al mestizaje. Ahí están para demostrarlo los SUV, insólito resultado de cruzar conceptos a priori antagónicos como el rudo todoterreno y el turismo clásico. La imaginación de los fabricantes y su afán por ofrecer un producto para cada necesidad (incluso antes de que esta sea percibida) fomenta la mezcla, y esta comporta el nacimiento de nuevas creaciones. Es el caso del Clase T de Mercedes-Benz, un producto transversal derivado de otro, el Citan, con similares mimbres, pero con enfoque y destino bien distintos. 

Eso significa que comparten formato, aunque no puesta en escena. El T aprovecha con fines familiares las posibilidades de un holgado envase delineado para un uso profesional, acercándolo al estilo monovolumen. Su carrocería repite hechura y medidas: 4,5 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,81 de alto. Los 271 centímetros entre ejes sustentan una cabina con cinco plazas en dos líneas de asientos individuales (la segunda no es deslizante), tras los cuales aparece un hueco de carga de 520 litros bajo la bandeja. Se accede al mismo por medio de un gran portón vertical, con eje superior, por lo que su apertura requiere aparcar dejando mucho sitio detrás; el Citan sí ofrece doble puerta. El Clase T tiene dos accesos delanteros convencionales y, tras ellos, dos deslizantes.

Los planes de futuro de la marca contemplan la incorporación el año que viene de una versión larga del modelo. Tendrá casi cinco metros de eslora y batalla prolongada, gracias lo cual podrá instalar una tercera línea de asientos y así aumentar a siete plazas el aforo. En 2023 está prevista también la llegada de la versión EQT con impulsión 100% eléctrica, actualmente en fase de desarrollo. 

El recién llegado milita en una categoría superior a la de su hermano el Citan, cuya versión alta para pasajeros no alcanza tal grado de refinamiento y dotaciones. Aunque el diseño interior y los materiales guardan parecido, el T tiene a su disposición recursos decorativos y de equipamiento vedados al Citan. Esa diferencia de entidad marca distancias en cuanto a empaque, pero deja huella en el precio, igualmente superior (cerca de dos mil euros más).

El Clase T instala de serie el sistema de información y entretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience), que brinda un software adaptativo, visualizador de alta resolución, integración de smartphone, manos libres mediante conexión Bluetooth y radio digital. Permite un manejo sencillo e intuitivo, bien a través de la pantalla táctil de 7 pulgadas o bien por medio del asistente de voz “Hey Mercedes”.

La gama del vehículo propone cuatro variantes motrices conocidas. Las deparan dos bloques de cuatro cilindros, cada uno con dos niveles de potencia. El diésel (1.461 CC), disponible con 95 y 116 CV, garantiza pundonor y eficiencia; acredita consumos medios oficiales desde 5,3 litros y emisiones de dióxido de carbono entre 138 y 154 g/km. El propulsor de gasolina (1.333 CC) despliega versiones con 102 y 131 CV. Quienes deseen moverse con un poco de alegría deberán decantarse por esta última posibilidad, algo más ágil que las demás, pero no por ello derrochadora o contaminante: reclama al menos 6,6 litros y expele 150 g/km de CO2. 

Mercedes-Benz oferta el Clase T desde 28.062 a 30.558 euros. Esa horquilla oficial de precios aumenta en 1.314 euros cuando se opta por la línea Style, y en 2.776 si se prefiere el acabado Progressive más completo. Decantarse por la transmisión automática, combinable con todos los motores salvo el menor de gasolina, supone desembolsar 2.296 euros adicionales. 

DESTACA POR SU SEGURIDAD

Sobresaliente. El Clase T debuta en el mercado luciendo las cinco estrellas de la máxima calificación en las pruebas de seguridad de EuroNCAP. El organismo independiente, encargado de auditar el grado de protección de cada vehículo que ingresa en el mercado, certifica así las cualidades del monovolumen compacto de la estrella. El modelo destaca en las cuatro categorías escrutadas en las pruebas de choque realizadas en laboratorio. Alcanza un 91% de eficacia en la protección de ocupantes adultos, un 93% en la de pasajeros infantiles, un 69% a la hora de salvaguardar a usuarios vulnerables de la carretera (viandantes y ciclistas) y un 90% de valoración en medios de asistencia de seguridad. Brilla especialmente en el capítulo de la seguridad de los más pequeños, donde obtiene la mejor nota (93%), junto a su hermano el Citan Tourer. Ambos baten a todos los modelos de uso familiar analizados en los últimos tiempos, incluyendo al flamante EQS (91%). El Clase T está equipado de serie con el sistema de fijación iSize para tres asientos infantiles, y con un seguro para niños en ambas puertas correderas y en los elevalunas eléctricos traseros.