L Serie 2 Active Tourer apela a los sentidos. Al práctico, al estético y, sobre todo, al sentido común. La renovación de este proyecto transversal de BMW, con formato mestizo de monovolumen y familiar, depara un interesante coche para todos los públicos. La entrega que llega a los escaparates de los concesionarios sube nota gracias a un agraciado diseño, que confiere aire crossover al semblante y moderniza la concepción interior. BMW oferta el modelo con motorizaciones diésel, de 150 CV y gasolina, con 136 y 170 CV, esta última con hibridación ligera; en verano llegarán dos versiones híbridas enchufables, con tracción total (245 y 326 CV). La tarifa oficial comienza en 36.900 euros.

Muchos fabricantes han sucumbido a la tentación de crear un modelo que sintetice varios coches en uno, conciliando cualidades aparentemente poco compatibles. Pocos han conseguido llevar el proyecto del papel a la línea de producción. Aún son menos los que logran un resultado práctico y al tiempo estético. Solamente por eso, el Serie 2 Active Tourer de BMW merece reconocimiento. La reconsideración del modelo depara un automóvil bastante más completo, eficiente y conmovedor.

Es probable que buena parte de la clientela que acabe decantándose por este coche llegue al concesionario BMW con otra idea en la mente. La candidatura del Active Tourer suele abrirse paso por sorpresa entre ese público familiar proclive a buscar refugio en una marca premium que garantice prestigio y calidad.

La fórmula de este Serie 2 procura, además, cualidades adicionales. Muestra un envase compacto (4,39 metros), y por ello manejable, pero capaz de acoger a cinco adultos con equipaje (brinda hasta 470 litros de maletero). Adapta sus facciones a la moda crossover, estrechando vínculos con un X1 situado un peldaño más arriba. Llama la atención su frontal, provisto de una gran parrilla con los clásicos riñones BMW más prominentes y faros full-LED perfilados.

La entrega actual se beneficia de progresos en todos los ámbitos. Adquiere empaque gracias al diseño, que vuelve más esbelta su silueta, pero también sofistica el interior. Destaca la incorporación a bordo de un puesto de mandos digitalizado, integrado por una doble pantalla curvada que aglutina los principales controles, y provisto del más avanzado sistema operativo de la marca (es el que emplea el iX). Asimismo, el Serie 2 Active Tourer tiene a su disposición los últimos desarrollos en materia de seguridad, bienestar y asistencia a la conducción.

El modelo se sustenta sobre una plataforma concebida para admitir tanto motores de combustión pura como sistemas de propulsión electrificados. La gama de lanzamiento contempla tres posibilidades de elección: un diésel de cuatro cilindros con 150 CV y dos tricilíndricos de gasolina, uno de 136 y otro con 170 CV. Este dispone de tecnología de hibridación ligera de 48V para atenuar el consumo y las emisiones contaminantes (merece por ello la etiqueta medioambiental Eco). Todas las motorizaciones se vinculan a transmisión automática de doble embrague Steptronic de siete velocidades.

Las versiones híbridas enchufables, disponibles a partir de julio, incorporan por primera vez la tecnología BMW eDrive de quinta generación. Son la 225e xDrive, de 245 CV, y la 230e xDrive, con 326 CV; en ambos casos, la potencia se distribuye entre las cuatro ruedas. Comparten una batería con 14,2 kWh de capacidad neta (16,3 kWh bruta) y pretenden homologar una autonomía de hasta 90 kilómetros en modo de avance exclusivamente eléctrico.