Junto con Frida, su cariñosa teckel, Beatriz Celaya y Javier Maura viven rodeados de montañas de libros en su apartamento de Bilbao, ya que para ellos los libros son como el pan del día. Nunca faltan en su mesa. Él es escritor y ella editora, por lo que hablan el mismo lenguaje, a pesar de que tienen pequeñas diferencias en cuanto a gustos literarios se refiere. Siempre que puede, Javier elige ficción basada en hechos reales, y en cambio, Beatriz se decanta por novelas sociales que intenten diseccionar al ser humano. Este ingeniero industrial de Bilbao y esta periodista madrileña unieron sus caminos hace doce años, cuando les presentó un amigo, y desde entonces no se han separado. Su secreto, confiesan, mantener viva la conversación que comenzaron entonces.

Javier, Beatriz y Frida nos reciben en el caserío familiar de Bakio donde descansan todos los veranos y aprovechan para hacer largos paseos por el monte y disfrutar de la playa, pero también del txakoli, los limones y el arroz con mejillones. Cuentan los días para poder escaparse a conocer La Toscana con su California y desconectar por unos días de las obligaciones laborales. Desde hace nueve años, Beatriz Celaya organiza las ‘Jornadas del autor en el nuevo mundo de la edición’, un foro de debate sobre la situación actual del sector editorial tras la revolución digital’, dirige la editorial Alt Autores y es Vicepresidenta de la Asociación de Escritores de Euskadi/Euskadiko Idazleen Elkartea (AEE/EIE), de la que Javier es tesorero. Él trabaja escribiendo biografías de empresas, entidades y personas y acaba de publicar su tercera novela, ‘Palillos chinos’ y es activista de Aministía Internacional, donde se ocupa de las Relaciones Institucionales.

Javier Maura y Beatriz Celaya en el jardín del caserío familiar en Bakio.

Estamos en el caserío familiar, al que venís todos los veranos.

-Beatriz Celaya: Así es. Nosotros vivimos en Bilbao, pero en verano venimos aquí. Es un caserío del siglo XVI que pertenece a mi familia materna, y que adquirió mi abuelo a mis bisabuelos cuando regresó de Cuba. Siempre hemos sido una familia muy amplia así que nos reunimos aquí siempre.

Vuestra pasión por la literatura os unió como pareja hace doce años.

-Javier Maura: Así es.

¿Cómo os conocistéis?

-Beatriz: Coincidíamos en el mundo de la cultura, en presentaciones de libros y otras actividades.

-Javier: Y nos presentó un amigo que teníamos en común y empezamos a hablar.

-Beatriz: Entonces nos conocimos y nos enamoramos.

Y habéis formado una familia junto con vuestros respectivos hijos y la pequeña Frida.

-Beatriz: Sí. Tenemos a Frida, una teckel de tres años. Nuestra vida gira mucho en torno a ella. Es una raza que necesita mucho paseo porque son muy inquietos. Y como trabajamos desde casa ella es nuestra ‘personal trainer’ porque en todos sus turnos de salida nos hace ir al monte, pasear... Es la que nos mantiene en forma. Hagas lo que hagas tienes que sacarla.

Imposible aburrirse entonces, ¿verdad?

-Javier: Sí. Nosotros tenemos una conversación que empezó hace doce años y que no se acaba. Es verdad que al compartir nuestros mundos nosotros hablamos muchísimo de nuestros proyectos, de lo que estamos leyendo o escribiendo...

-Beatriz: Sí, es verdad. Los escritores Paul Auster y Siri Hustvedt, que son pareja, definieron su relación como una conversación que no se acaba.

-Javier: Igual que Almudena Grandes y Luis García Montero.

-Beatriz: Y nos sentimos súper identificados con eso porque es verdad que nosotros hablamos mucho. A la hora de la comida, de la cena, cuando paseamos o viajamos hablamos mucho. Hablamos de nuestros proyectos, de nuestras cosas…. Quizás ése sea el secreto.

Además, trabajáis juntos reconstruyendo la vida de entidades, empresas y personas que quieren recordar su pasado y plasmarlo en forma de libro, documental, audiolibro… para que quede constancia.

-Beatriz: Sí. Soy socia fundadora de Biografías Personales, donde nos dedicamos a escribir historias de empresas y de personas por encargo. Hacemos libros como éste, que escribió Javier, sobre ‘El centenario de la Copa Arenas de Getxo’, que publicamos en 2020. Luego yo hice un documental sobre su historia.

-Javier: Es un placer trabajar juntos. Y lo más bonito de escribir estas historias es que siempre te sorprenden. En este caso encontré una fotografía, que es ésta (me la enseña), donde aparece el Rey Alfonso XIII, mi bisabuela Constancia Gamazo, la Reina Victoria Eugenia y mi bisabuelo, Antonio Maura. Cuando el Arenas ganó la Copa del Rey vino el presidente del Gobierno, que entonces era él. Antes los políticos y los reyes no iban al fútbol, no como ahora, que se pirran por ir, les encanta, pero entonces era considerado un deporte ‘amateur’.

Beatriz, hace cinco años pusiste en marcha además tu propio sello editorial, Alt Autores.

-Beatriz: Sí. Ignacio Latasa, de los primeros editores que apostó por el formato digital, a través de la editorial Leer-e, me cedió su fondo de autores, con nombres tan reconocidos como Vicente Molina Foix, José Ángel Mañas, Ángela Vallvey, Fernando Iwasaki… Mi proyecto fue más allá y no quise quedarme sólo en ese formato digital de e-books, sino pasar también al papel, al audiolibro, al podcast, a la película... Es decir, hacer un recorrido del libro total. Quiero que los libros tengan un viaje. Es difícil porque muchas veces, cuando eres editora, parece que tienes que ser fácilmente catalogable, y cuando haces un poco de todo, a veces va en tu contra y la gente, incluso dentro del propio sector editorial, no lo entiende.

¿En qué estás trabajando en estos momentos?

-Beatriz: Por mi edad, la mayoría de mis influencias en el mundo de la literatura son hombres, porque es lo que se leía principalmente, y el fondo que heredé estaba compuesto mayoritariamente por hombres, así que lo que quiero es incorporar voces femeninas. Me interesa mucho lo que ellas cuentan, tanto mujeres vascas, como españolas, como latinoamericanas.

A ti, Javier, a pesar de ser Ingeniero Industrial de formación, también te gusta mucho escribir.

-Javier: Sí. Escribir ha sido siempre mi sueño. Siempre he sido lector, pero no fue hasta que tuve 45 años, cuando empecé a escribir. Al final un escritor es un lector que pasa al otro lado del espejo y por eso creo que hay que ser primero lector. Entonces yo he leído bastante a lo largo de mi vida y un día decidí dar el paso y bueno, me salió muy bien porque gané el premio literario Luis Berenguer, con mi primera novela, ‘La Maraña’, en 1997.

Unos años después, en 2004, escribiste tu segunda novela, ‘Motivos Personales’, y tras un tiempo sin publicar, en el que te has dedicado a otras actividades relacionadas con el ámbito cultural como miembro de la Asociación de Escritores de Euskadi (AEE/EIE), presentas tu tercer libro, ‘Palillos chinos’, con la editorial Adarve. Se trata de un thriller rural donde el trasfondo político cobra mucha importancia…

-Javier: Sí. Trato de mostrar los conflictos existentes fuera de las grandes ciudades, en una España rural donde internet juega ya un papel protagonista y la realidad es más difícil de ocultar.

Y aunque no podemos revelar mucho de la historia, sí que podemos asegurar que los lectores conoceremos desde dentro cómo funciona el entramado del poder político y los vericuetos de la justicia en los pueblos.

-Javier: Sí. A través de un alcalde conservador de un pueblo aparentemente tranquilo, yerno del cacique local, que pretende hacer carrera política construyendo un puente que los vecinos reclaman desde hace tiempo y a través de un subinspector de policía, que pierde los papeles ante un maltratador es objeto de una investigación interna que le lleva a sufrir una crisis existencial. (Te contamos las claves de ‘Palillos chinos’, el nuevo libro de Javier Maura, en la página 8).

Curiosamente has trabajado muchos años en la administración pública, concretamente en el Ayuntamiento de Portugalete, y vienes de una familia de políticos, por lo que conoces bastante bien cómo funciona la política.

-Javier: Sí. Vengo de la familia Maura. Mi padre, Pedro Maura, era abogado, pero trabajaba en la compañía de seguros La Unión y el Fénix Español, de la que aún se conserva su edificio en El Arenal; y mi madre, Pilar Barandiaran, se dedicaba a la pequeña empresa que tenía montada en casa, que no era nada fácil de gestionar, ya que éramos ocho hijos. Yo soy el segundo de los hermanos (sonríe). Mi bisabuelo, Antonio Maura, fue presidente del Gobierno entre 1903 y 1920, durante cinco años. Eso era un auténtico logro, pues antes los gobiernos eran mucho más breves. Y, posteriormente, varios miembros de mi familia fueron políticos también. Mi tío abuelo Miguel fue Ministro de la Gobernación con la República y otro de ellos, Gabriel, fue Ministro con el Rey. Después mi tío segundo Jorge Semprún fue Ministro de Cultura con Felipe González. 

¿Y no has pensado en dedicarte a la política en ningún momento?

-Javier: No. En la época de la universidad sí que me involucré en la lucha antifranquista y en el movimiento estudiantil, pero nunca he militado en ningún partido político.Sin embargo tengo un hijo, Eduardo Maura, que también se ha dedicado a la política y ha sido Portavoz de Cultura de Podemos en la legislatura de 2015-2016 y fue candidato al País Vasco de ese partido.

¡Cada uno ha sido de un partido entonces!

-Javier: Sí. Mi bisabuelo ha sido conservador y monárquico, uno de sus hijos era monárquico y otro republicano, el siguiente socialista y el otro de Podemos (risas).

¿Y cómo siendo Beatriz editora no has editado el libro de Javier?

-Beatriz: Pensamos que no iba a ser creíble.

-Javier: Ella me ha ayudado porque es agente literaria, claro, pero no he querido que lo publicase porque podía restar credibilidad a mi obra.

-Beatriz: Y que conste que yo lo hubiera publicado encantada de la vida, porque es muy buen libro y a mí me gusta mucho cómo escribe Javier.

-Javier: Pero yo quería que me lo publicasen porque alguien objetivamente considerase que quería publicarlo.

-Beatriz: Yo le he dicho que lo voy a convertir en audiolibro, eso sí. Y si se puede intentar hacer serie o película, porque a día de hoy el sector editorial y cinematográfico están muy unidos. Los lectores están detrás de pantallas. Ha cambiado tanto…

Javier Maura y Beatriz Celaya son buenos comensales.

Incluso en muchas ocasiones la gente llega al libro en papel después de haber visto la serie o la película.

-Beatriz: Sí, también pasa.

-Javier: Curiosamente, de ‘La casa de papel’ ha salido ahora el libro.

-Beatriz: Sí. Nos han metido en la cabeza que si lees el libro primero, luego la película te parece malísima, pero no tiene por qué ser así.

-Javier: Es que si hablamos de contenido creativo, éste se puede extraer de múltiples formas. Picasso era pintor, escultor, escritor... pero la gente lo conoce sólo como pintor.

-Beatriz: Eso es lo que hablábamos antes del encasillamiento. Hay que tener en cuenta que los libros se pueden consumir de muchas formas distintas, no sólo en formato papel.

-Javier: Lo que pasa es que el creador tiene que saber hacia qué formato va a salir esa esa obra para poderla adaptar. Por ejemplo, una obra de teatro tiene muchísimo diálogo, entonces no puedes hacer grandes descripciones. Y en el cine pasa lo mismo, que no hay que describir nada porque te lo está describiendo la propia imagen

¿Coincidís en gustos literarios?

-Beatriz: En literatura tenemos gustos muy diferentes… A mí me gusta mucho la realidad social. Me gustan mucho autores como Joyce Carol Oates, que es fantástica. Creo que ha sido una de las escritoras que más me ha influido en mi carrera. Y Emmanuel Carrère, el de ‘El adversario’, al igual que Kapuscinski o Stefan Zweig, que lo describían todo de una forma muy periodísitca. En realidad está todo basado también en una realidad, pero fijándose más en la disección del ser humano. A Javier le importan más los acontecimientos y a mí más las personas.

-Javier: Yo leo sobre todo ficción basada en hechos reales. Pero compartimos algunos autores y tenemos puntos en común. Por ejemplo, ‘El cuento de la criada’, de Margaret Atwood, es un libro que a los dos nos gusta mucho.

¿Habéis visto la serie?

-Javier: Sí, pero es muy mala, porque sólo la primera temporada está basada en el libro. Lo demás no tiene nada que ver.

-Beatriz: Solemos ver muchas series.Hemos visto ‘Patria’, que está muy bien; ‘House of cards’, ‘Homeland’...

-Javier: Y hoy hemos terminado de ver la última temporada de ‘Borgen’, que es una serie danesa espléndida sobre una mujer que llega a ser presidenta del gobierno danés. Son muy buenas las cuatro temporadas. La recomiendo.

-Beatriz: También hemos visto la serie de ‘Intimidad’, que ha sido grabada en Bilbao.

-Javier: Sí. Está bien, pero no es tanto de política. Refleja el ambiente político, pero en realidad es el ‘background’.

-Beatriz: Sí. En realidad hablan más de la sororidad entre mujeres, basándose en el caso de Olvido Hormigos. 

-Javier: Y bueno, Bilbao queda de maravilla. También aparecen Las Landas, la playa de Laga... ¡Salen unos planos espectaculares!

Hablando de destinos… ¿os gusta viajar?

-Javier: Nos gusta viajar, desde luego. Todos los años intentamos hacer un viaje lejos. Hemos estado en Egipto la última vez, anteriormente estuvimos en Jordania, antes en Japón, Tailandia, California...

-Beatriz: Sí, nos gusta conocer mundos exóticos. Cosas que sean tan tan diferentes que te muevan un poco de lo que estás acostumbrado. Aprendes muchísimo.

-Javier: Claro, conoces culturas diferentes, comidas diferentes...

-Beatriz: Sí. Ya de vuelta queremos saber más de esos países, así que compramos libros de autores de cada país a donde vamos y los leemos al volver.

¿Y este verano tenéis ya vuestro viaje preparado?

-Beatriz: Sí. Todos los veranos solemos ir de camping con la California, que tiene una cocinita y todo, como la de Barbie y Ken (risas).

-Javier: Vamos con la casa a cuestas (sonríe). Ya hemos hecho un par de viajes por Portugal, por Francia...

-Beatriz: Sí. La autocaravana te da la libertad de dormir y parar donde quieras. A veces, incluso, la aparcamos y nos vamos a un hotel. En esta ocasión tenemos la intención de ver Italia. Como no tenemos muchos días libres, cogeremos el ferry en Barcelona hasta Génova y haremos toda la Toscana con la furgoneta.

¿Y de todos los países que habéis visitado, cuál nos recomendaríais?

-Beatriz: Egipto. Es maravilloso. Era el viaje que tenía pendiente, el viaje de toda una vida. Siempre habíamos querido ir y lo cierto es que merece la pena. No quería morirme sin ver Egipto.

-Javier: Bueno, yo no me quiero morir de ninguna manera. Sin haber ido a Egipto ni habiendo ido (risas).

-Beatriz: Estuvimos el año pasado, en octubre de 2021, con mi hijo Aitor y su mujer, Marta. Desde que Aitor tenía seis años es tradición que hagamos juntos un viaje al año a un lugar exótico. Y cuando conocimos a Javier entró en esta tradición y luego Aitor conoció a Marta, su mujer, y entró en la tradición también. Desde entonces viajamos los cuatro juntos de maravilla. El viaje a Egipto estuvo muy bien porque no había mucho turismo porque la gente aún no se atrevía mucho a viajar y como Aitor sólo tiene ese hueco libre, porque trabaja en Andorra como guía de montaña en verano y monitor de esquí en invierno, no hacía tanto calor como en verano.

¿Qué fue lo que más os gustó?

-Javier: Abu Simbel. Es impresionante. Luxor también.

-Beatriz: Lo cierto es que yo pensé que quince días allí iban a ser demasiado porque iba a ser todo el tiempo lo mismo, pero increíblemente, no tiene nada que ver una cosa con otra. Llegas a las pirámides de Keops y luego te vas a Abu Simbel y estás sorprendiéndote todo el rato con la historia.

-Javier: Hay una explicación de que todo sea tan diferente y es que acumulan tres milenios de historia. Es decir, no es que Egipto fuesen tres faraones que hicieron todo, sino que hay cientos de fararones.

-Beatriz: Es una civilización increíble.

-Javier: Inventaron todo.

-Beatriz: También fuimos al Mar Rojo. Javier hace ‘snorkle’ y yo buceo. 

¿Practicáis algún deporte más?

-Beatriz: Sí. Hacemos Pilates con Raquel Morán.

¿Váis juntos a clase?

-Ambos: ¡No! (Risas).

-Javier: No estamos en el mismo nivel. Yo voy al pelotón de los torpes (sonríe).

-Beatriz: Pero Javier va, que hay que hacerlo, claro que sí. Yo siempre he hecho mucho deporte, he corrido maratones y demás. Y su hija María también, así que entre las dos le animamos a que empezara.

-Javier: Es que mi hija se formó en Holanda como profesora de yoga y trabaja en Madrid.

-Beatriz: Hace un tipo de yoga muy especial que se llama yoga iyengar, que ayuda a superar los miedos. Nos hizo una sesión para que probásemos y yo ahora quiero que nos dé clases online, ya que como vive en Madrid no podemos ir, pero me parece muy interesante. (Descubre los beneficios del yoga iyengar en la página 18).

-Javier: Yo llevaré ya unos seis años haciendo pilates de suelo.

-Beatriz: El pilates es muy bueno para la espalda, para la flexibilidad y también te da fuerza.

-Javier: Sí. Después de una sesión de pilates pienso que soy como el Inspector Gadget, el de los dibujos, que estiro la mano y toco la pared. Me da la sensación de que voy a levitar todo, la verdad es que está muy bien (sonríe).

Y para terminar nos queda saber si… ¿sois buenos ‘gourmets’?

-Beatriz: Javier es el que cocina en casa porque se dio cuenta en seguida de que lo mío no era (risas). ¡Carezco de sentido común para la cocina! (risas)

-Javier: Yo cocino, aunque hago un menú excelente es muy limitado (risas). Hago arroz meloso con mejillones y pimientos con arroz del Delta del Ebro, que es un arroz buenísimo. Y también tortilla de patatas, sin cebolla. Lo demás, lo que hace todo el mundo…

-Beatriz: Aquí en Bakio los cítricos se cultivan muy bien, por el microclima de mar y montaña.

-Javier: Y el txakoli se da muy bien aquí también. (¿Conoces Bakio? Te mostramos sus encantos en las páginas 14 y 15).

-Beatriz: También hay unos tomates maravillosos y nos encanta comer ensalada de tomate con ventresca. Además, una vez al mes solemos ir a Biarritz y a San Juan de Luz y allí disfrutamos de la comida. Somos de buen producto y somos muy de mar. Yo no como carne roja, así que Javier ha tenido que adaptarse. Cuando come conmigo no come carne.

-Javier: Pero si quedo con un amigo a comer sí como txuletón (risas).

-Beatriz: Y mi hermano Sabino y su mujer, Libe, tienen el bar Singular, en el número 2 de Lersundi, 2, con unas cervezas artesanales riquísimas.

-Javier: Aquí en Bakio vamos bastante a los restaurantes y bares del pueblo, como La Bakiense, Bolívar, Itxas Ondo, Itsasargi... Ahí Koldo pone unos escalopes riquísimos (sonríe).