Comprar de forma consciente, por necesidad real y no por capricho, es por lo que aboga la diseñadora gipuzkoana Isabel Zapardiez. En su caso, antes de hablar de cómo aplica la sostenibilidad en su atelier, confiesa que tiene prendas en su armario de hace 20 años. Esto es posible por la calidad de esas prendas y porque se mantiene en forma, "con mucha constancia y esfuerzo diario", para poder mantener su talla y seguir llevando esas prendas. Bajo estas premisas, abordamos la importancia de contar con un fondo de armario donde reinen las prendas atemporales.

Como es lógico, muchos al leer las palabras de esta prestigiosa modista, pensarán que cómo es posible lograr entrar en ese vestido, pantalón o camiseta de hace 20 años. La respuesta no es otra que trabajando mucho. Las variaciones de peso o cambios de tallas sustanciales nos lleva a tener que comprar ropa, ya que de alguna manera tendremos que salir a la calle, ¿no?

Aunque el fondo de armario de una mujer o de un hombre evoluciona con el paso de los años, hay que tratar de hallar la atemporalidad de una prenda. Puede parecer complicado, pero debemos tener en cuenta que la moda es cíclica y todo vuelve, desde las campanas hasta las hombreras.

Llegados a este punto, nos surgirá una gran pregunta, ¿qué podemos encontrar en el armario de Isabel Zapardiez? Simplemente, y volviendo al comienzo, asegura que en su armario podemos encontrar piezas de hace muchos años que le siguen encantando. Tiene la gran suerte de que su gusto ha evolucionado, pero no ha cambiado en exceso como para llegar a odiar prendas que en un momento determinado llevó. Además de esto, juega a su favor su estado físico, trabajado durante años con muchísima constancia, con el que se garantiza poder seguir llevando sus conjuntos favoritos.

Los básicos de Isabel Zapardiez

A la hora de hablar de su fondo de armario, la diseñadora de moda gipuzkoana confiesa que con ocho prendas básicas basta. En primer lugar, recomienda un buen abrigo de entretiempo. Con dos vestidos también sería suficiente para cualquier ocasión. Eso sí, uno de largura midi (por debajo de las rodillas) y otro mini (por encima).

En cuanto a pantalones, apuesta por tres cortes: pitillo, campana y 'palazzo' -de corte recto pero con un ancho de pierna XL-. Los acompañaría de un chaleco en verano y un jersey de cuello vuelto de buena lana en invierno. Además, entre sus básicos incluye dos camisetas de algodón. Y en cuanto a complementos no pueden faltar cinturones, bolsos ni gafas, con las que seremos capaces de cambiar cualquier look por completo, asegura.

Es importante que tengamos la ropa a la vista, ya que así usaremos todo. Foto: Pixabay

Por lo tanto, esta diseñadora apuesta por crear un armario con pocas prendas, pero de calidad, que hayan sido seleccionadas de forma consciente. Por eso sus colecciones no atienden a temporadas, sino que tratan de colarse dentro de armarios inteligentes. Y utiliza tejidos muy especiales, como la mezcla de crepé con un poco de lana, que hace que una prenda sea ponible durante todo el año. Zapardiez cree firmemente en la moda atemporal y desecha toda la moda rápida y pasajera, conocida en inglés como 'fast fashion'. Para lograr una sostenibilidad en las prendas, así como para no realizar gastos absurdos para nuestro bolsillo y que afecten al planeta, tenemos que comprar con mucha cabeza. Es un punto muy importante. Como consejo, te diré que cada vez que veas tu armario deberías preguntarte, ¿de verdad necesito un nuevo pantalón o un nuevo vestido? La respuesta, muchas veces, por no decir la mayoría de ellas, será que no. Y aquí, no valen los caprichos o las falsas disculpas que todos hemos oído de que "no tengo nada que ponerme" o "ir a comprar me relaja".

Tal y como remarca la modista gipuzkoana Isabel Zapardiez, "el consumidor tiene que concienciarse de lo que compra y utilizar las prendas durante mucho más tiempo de lo que de verdad se utilizan". En sus talleres, elabora prendas de calidad con el objetivo de aumentar su durabilidad durante muchos años. No quieren, por tanto, ahorrar en materiales que abaraten su ropa pero que hagan que tenga una mala vejez, sino que invierten en los mejores tejidos que rematan con exquisitos acabados. Además, los pequeños retales sobrantes al acabar las prendas, los guardan con el objetivo de poder darles una nueva vida en creaciones futuras.

Y por último, hay que destacar que el 100% de su manufactura es europea, aunque uno de sus sueños sería que su origen fuese estatal, si bien por el momento no es posible, señala Zapardiez. "Tratamos de ser sostenibles todo lo posible", enfatiza.