l músico y técnico de sonido donostiarra Xabier Villena aprovechó el parón de la pandemia para montar un estudio profesional en su propia casa, una villa ubicada entre los barrios de Egia y Gros. “Tengo el espacio perfecto y los grupos estaban en un momento en el que querían grabar discos. Antes lo hacía de cualquier manera. Iba al local de ensayo, hacíamos las tomas y las mezclaba en mi ordenador”. Eclectic Studio, la guarida creativa de Villena, nació poco a poco, partiendo de la autogestión hasta profesionalizarse por completo. “Llevo mucho tiempo en la música”, continúa, “y creo que tengo los conocimientos necesarios para dedicarme al 100% a ello. Las guitarras son lo mío, pero puedo mezclar y masterizar cualquier estilo musical. Ha sido fácil tomar la decisión. Esto es a lo que me quiero dedica”, explica Villena.
En total, calcula que habrá invertido unos 15.000 euros en adquirir un ordenador, tarjetas de sonido, guitarras, pedales, ecualizadores, amplificadores, percusión... En fin, toda la cacharrería y elementos sonoros que se requieren en un estudio creado en un domicilio particular pero tan profesional como cualquier otro. Y avisa: se necesita una importante inyección económica, una clara vocación además de formación para poder emprender un proyecto de estas características. “Otra cosa es que lo hagas a modo de hobby, lo que me parece muy bien”, concede, “pero montar un estudio decente cuesta dinero. Un micrófono profesional o una buena tarjeta de sonido valen 2.000 euros”. A Eclectic Studios no le ha ido nada mal y ya han pasado bandas locales como Kyxo, Rumbling Lips, Pedro Gracia Pérez de Viñaspre (Havoc), Gartxot Unsain (Madeleine, Grises), la banda sonora de la pieza teatral Lubaki, vídeos en directo de Grande Days...
A continuación, se detallan algunos de los pasos para convertir una habitación en un estudio de grabación casero que reúna una serie de elementos básicos:
El espacio. En primer lugar, se debe buscar el lugar más adecuado para montar el set, que en ningún caso debe ser cuadrado; de esta manera, el sonido no rebotará por las paredes. Lo ideal es que el cuarto sea rectangular para respetar las distancias sonoras y las ondas no viajen con tanta facilidad. Además, el escritorio también tiene que respirar y debería estar algo separado de las paredes para evitar la saturación de sonidos graves, especialmente el del bajo.
Triángulo estéreo. La mesa debe ir justo en medio de los dos monitores. Parece un detalle insignificante, pero no lo es. Así, se formará un triángulo perfecto -también llamado estéreo-, en el que el técnico tendrá al músico justo enfrente y el sonido le llegará en perfectas condiciones.
La acústica. Se pueden fabricar los paneles de madera, pero lo normal es comprarlos para colocarlos después detrás del monitor de la mesa principal. En el caso de que la habitación tenga ventanas, es preferible la utilización de cortinas gruesas para que absorba el sonido y no entre luz exterior. El sonido es sagrado.
¿Necesito una interfaz de audio? Depende de tus necesidades y objetivos. La tarjeta de sonido instalada en el ordenador debería dejar entrar y salir el audio. Si no te quieres rascar más el bolsillo y tu intención es simplemente registrar algo suelto y juguetear con el sonido mientras lo escuchas con tus cascos no te hará falta. En el caso de querer grabar instrumentos y voces con la máxima calidad sonora, ni lo dudes. Las opciones son infinitas y los precios oscilan entre los 400 y 500 euros.
El ordenador. Estamos ante una de las piezas clave de la ‘home studio’, ya que se convertirá en la herramienta con la que grabaremos las pistas de audio. En resumen, entran en juego dos factores a la hora de hacernos con un PC (o MAC) solvente: debe contar con un buen procesador y la suficiente memoria RAM como para poder operar con las llamadas estaciones de trabajo de audio digital, más conocido por sus siglas inglesas DAW (Digital Audio Workstation).
Pro Tools. Es el software más común para grabar, editar y mezclar pistas de audio. Sirve hasta para masterizar una canción. Con este popular programa de producción musical se pueden crear canciones desde el principio al final, completando así, punto por punto, todos los pasos técnicos en la creación de un tema. Asimismo, se utiliza para la edición de música y sonido en distintos formatos audiovisuales. Rápido y eficaz, cuenta con una versión demo gratuita que permite hacernos una idea de su funcionamiento.
Micrófonos. La joya de la corona del estudio. De nuevo, se abre todo un mundo de posibilidades en el que entran en juego los gustos personales y la capacidad adquisitiva del usuario. Construir un buen set de micros aptos para voces e instrumentos es clave. Ah, y no se deben descuidar los pies de micro: evitaremos ruidos innecesarios y ganaremos en comodidad.