El truco definitivo para evitar malos olores en tu nevera
Solo necesitas establecer un nuevo hábito y reutilizar un objeto
La nevera es un electrodoméstico que suele olvidarse y no se contempla dentro de las tareas de limpieza del hogar. Sin embargo, pasar por alto su mantenimiento puede suponerla aparición de gérmenes, bacterias y hongosprocedentes de algún alimento estropeado o en mal estado. Y esto puede empeorar la seguridad de los alimentos y su consecuente riesgo para nuestra salud, además de crear malos olores. Pero hay dos cosas que te pueden salvar de que esto suceda: un hábito y un objeto.
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Limpieza a fondo y un corcho
Es esencial que la limpieza de la nevera empiece a formar parte de nuestro hábito a la hora de llevar a cabo la limpieza del hogar. El primer truco es limpiar frecuentemente los contenedores y envases en los que guardes la comida: cajones, jarra, huevera... Si tu nevera tiene filtro de aire, mira de manera frecuente si tendría que ser reemplazado o limpiado.
También es importante el orden y los lugares donde ubiques tus alimentos. Cada uno tiene que ir en su estantería correspondiente y, en caso de que cada alimento vaya en un recipiente, asegurarse de que estos estén cerrados. Asegúrate también de que la puerta de la nevera quede siempre cerrada. Respecto al orden, sitúa siempre los alimentos más antiguos delante de los nuevos para comerlos antes de que caduquen. Y, por supuesto, revisa la fecha de caducidad de los elementos.
La limpieza es importante para el olor, pero también para la salud. Sin embargo, hay un truco infalible para acabar con el mal olor de la nevera. A partir de ahora cuando abras una botella de vino, guarda el corcho. Este es el objeto que necesitarás para tu nevera y también para tu frigorífico. Coge el corcho y córtalo en varios trozos. Pon cada uno de ellos en una balda de la nevera y en los cajones. Después de dejarlo durante unas horas, cuando vuelvas a abrirla, habrá desaparecido el mal olor.
¿Por qué sucede? El corcho es un material poroso que absorbe la humedad y los malos olores. Además, si rocías el corcho con cítricos como naranja o limón, también conseguirás que en la nevera se esparza un olor refrescante.
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