En abril se han cumplido diez años del fallecimiento de una mujer pionera en diferentes e históricas instituciones de Euskadi, María Ángeles Larrea Sagarminaga, catedrática emérita de la Universidad de Deusto y viuda de José Luis Goti Iturriaga. El ejemplo más transcendental fue que hubieron de transcurrir dos siglos para que fuera la primera mujer al frente de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. Es decir, cargó con la responsabilidad de dirigir la institución que introdujo en Euskadi “el espíritu de la Ilustración”, según sus estatutos.

La Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (cooficialmente en euskara, Euskalerriaren Adiskideen Elkartea, Asociación de Amigos del País Vasco), más conocida como La Bascongada, es un colectivo económico y cultural fundado hace 259 años, en 1765, por un grupo de ilustrados vasquitas de Azkoitia) bajo el lema Irurac bat, en relación a los territorios de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba en uno.

Sus principales actividades son estudiar la historia y la cultura vasca, cultivar el euskara, promover el desarrollo económico y divulgar la ciencia, así como la cultura en general, entre la sociedad. Con sede principal en Azkoitia, cuenta con delegaciones en Bilbao, Donostia, Vitoria-Gasteiz, Madrid y Ciudad de México.

Larrea Sagarminaga llegó al cargo de la Bascongada a mediados de los años 80 del siglo pasado tras cursar estudios superiores en las Universidades de Valladolid y Madrid, doctorándose en Historia por esta última (1972). Para entonces ya había desarrollado su actividad docente en las Facultades de Ciencias políticas y Económica de Sarriko (curso 1972-73), y de Filosofía y Letras de la Universidad de Deusto, en cuya Sección de Historia es catedrática de Historia Moderna y Contemporánea del País Vasco. En el momento que fue designada presidenta compaginaba su trabajo en este centro con su entrega a la Sociedad de Amigos del País.

Con anterioridad, según ilustra Ainhoa Arozamena en la enciclopedia Auñamendi, desempeñó, en esta misma universidad el Vicedecanato de la Sección de Euskal Filología. En 1961 había fundado, además, la Obra de Promoción de la Mujer, desarrollada luego bajo los auspicios de la Caja de Ahorros Vizcaina. En 1986 dirigía la revista Ernaroa.

Es decir, siempre fue una mujer pionera en un mundo entonces copado por los hombres.

En una entrevista concedida a este diario, Larrea respondía a María Jesús Gandariasbeitia que la Bascongada “hasta la fecha han sido hombres los que han participado y es natural porque antes eran los que estudiaban. Aunque en un tiempo hubo un proyecto de fundación de un colegio de señoritas, pero no cristalizó”.

La vizcaina comunicaba, asimismo, que “solamente un diez por ciento de los socios somos mujeres y el porcentaje es aún menor en relación a Bizkaia. En Araba, hay más, incluso la presidenta también es mujer”. De hecho, Larrea asentía cuando la periodista le apuntaba que “ir abriendo caminos parece una constante en su vida y le cuestionaba si tenía ya asumido ese papel. A juicio de la cuestionada, se debía a circunstancias de la vida, y aseguraba que no era por “ningún mérito”. Argumentaba que le ofrecieron el cargo porque había hecho una carrera universitaria en un momento en el que pocas mujeres la completaban y “luego, al no tener hijos, he salido de casa, no me he quedado mirando hacia dentro solamente”.

A estas valoraciones, apostillaba una más. “Y en otro tema, también en un momento en el que era importante mirar hacia el entorno, vi que aquí había un problema con la mujer, sobre todo, con la que había llegado de fuera. Por esa razón, fundamos los centros de Formación Familiar, por los que han pasado 30.000 mujeres”.

En su origen, la sociedad, vinculada a las ideas de la Ilustración, fue la primera de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, organismos aquellos estatales surgidos en la segunda mitad de siglo XVIII con el fin de promover la ciencia y la cultura. Así, como logros curiosos, en las dependencias de la Bascongada se produjo el aislamiento del wolframnio por los hermanos Fausto y Juan José Delhuyar, el único elemento químico descubierto en el Estado.

Nació del grupo Caballeritos de Azcoitia o Triunvirato de Azcoitia, impulsado especialmente por Xabier María de Munibe e Idiáquez, conde de Peñaflorida, junto a José María de Eguía, marqués de Narros, y Manuel Ignacio de Altuna. En 1763 presentaron el plan de creación en Bergara, siendo aprobado en 1765. Fue la primera sociedad de este tipo creada en el Estado.

Dos siglos después, llegó a su presidencia María Ángeles Larrea Sargaminaga, quien primero fue vicepresidenta de la Comisión de Bizkaia de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, así como de número de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza, de la Sociedad de Historia de la Medicina Vasca, del Instituto Vasco-Argentino Juan de Garay y honoraria de la Academia de la Historia de Occidente de México.

“Creo que si yo tengo un pequeño mérito es el de saber conocer a la gente y rodearme de personas valiosas. Cuando me hablaron de la dirección de la Bascongada, siendo además la primera mujer, pues me dije: Bueno, y accedí pensando que mi labor es descubrir los dones y virtudes de los demás y ponerlos en circulación”, analizaba en DEIA.

La sociedad ha sufrido diversas crisis a lo largo de su historia, siendo refundada numerosas veces. Las sucesivas instituciones incluso han tenido diversas variaciones en su nombre. Así, durante el primer tercio del siglo XX, la institución se denominó Sociedad Económica Bascongada de los Amigos del País. Al ser refundada tras la Guerra Civil, se pretendió recuperar el nombre inicial, pero las autoridades franquistas interpretaron que el uso de la B era muestra inequívoca de nacionalismo vasco y forzaron el uso del término Vascongado, siendo conocida la sociedad durante el franquismo como Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. La muerte del dictador español supuso la recuperación del término Bascongado. A finales del siglo XX se añadió al nombre su denominación en euskera, Euskalerriaren Adiskideen Elkartea.