Todo empezó el 7 de julio de 1969 en la calle Bergara en Donostia. Ese día, en pleno centro de la ciudad guipuzcoana, Elisa Coloma inauguraba el Bar Antonio en honor a su marido, Antonio Royo. Fue ahí, con su madre entre tapas y pucheros, donde se cocinó la pasión de Koldo Royo por la gastronomía. En ese momento, Koldo tenía alrededor de 10 años y sus primeros pasos en la cocina fueron para barrer y limpiar. Poco a poco, ayudó también con la coctelería y como camarero durante los veranos.

Koldo no llegó a estudiar hostelería, ya que, según él mismo, “era muy mal estudiante”. Su formación empezó directamente con prácticas en el restaurante de Juan Mari Arzak. El chef asegura que aún guarda los apuntes de Fernando Bárcena, que en ese momento era jefe de cocina y quien consiguió la tercera estrella Michelin del establecimiento. Tras esto, aprendió del movimiento culinario de la Nueva Cocina Vasca con José Juan Castillo en Casa Nicolasa y amplió su aprendizaje en México y Francia. Tras su salida al extranjero, volvió a Donostia, donde conoció a Luis Irizar y se fue con él a su Euskal Etxea de Madrid. Ya en 1986 fue a Mallorca para convertirse en jefe de cocina del restaurante Porto Pi, en el que logró una estrella Michelin.

Pero Royo no se quedaba tranquilo solo entre los fogones. El chef fue pionero de los blogs de recetas culinarias. Fue en 1994 cuando viajaba en avión y conoció por casualidad a uno de los fundadores de internet. Tras una conversación y el descubrimiento de lo que podía hacer, decidió en 1996 crear la web A fuego lento, que aún sigue activa, como plataforma para cocineros que deseaban escribir allí sus artículos. Así, también había empezado a colaborar en diferentes programas de cocina como Corazón de Verano o Saber Vivir.

Escritor y superviviente


Libros de recetas. Su web A fuego lento ya avisaba de que al chef le gusta dejar sus recetas por escrito. Por eso, Koldo ha publicado varios libros gastronómicos como Las recetas del Chef Koldo, ¡A la mesa! o La cocina de mi suegra. El último, publicado este mismo año, es Pintxos y tapas, con sus trucos para hacer “pequeñas joyas gastronómicas”.


‘Supervivientes’. Con esa ilusión de superar retos también fuera de la cocina, participó en la última edición del reality. A pesar de ser uno de los concursantes más queridos, se vio obligado a pedir su expulsión por problemas de salud. A sus 66 años, y con dos cánceres superados, trató de motivar con su concurso a quienes sufrían su misma enfermedad.

Billete al estrellato

Y con la llegada de las redes sociales, el donostiarra, que ya supo ver las oportunidades de internet, volvió a aprovechar. Así que Koldo se abrió cuentas en diferentes redes y ahora acumula 230.000 seguidores en Instagram y roza el millón en TikTok. En su descripción anima: “Vas a flipar con nuestras recetas. ¡Superando retos dentro y fuera de la cocina!”. 

El chef e influencer gastronómico publica vídeos breves y entretenidos de recetas simples que sus seguidores pueden imitar. También ofrece diferentes secciones para sus platos: vegana, de mar, carnívora, con horno, dulce e, incluso, navideña. Además, Koldo invita a personalidades variadas para cocinar sus recetas favoritas: un carpaccio de salmón con Manuel González, de La Isla de las Tentaciones, al “estilo carricoche”; un brownie con el cantante Almácor; o un bizcocho de almendras con albaricoque con la ex-triunfita Nuria Fergó.

Siempre dispuesto a innovar, Koldo también se unió a la moda del food truck que nació, según el propio chef, de una idea muy simple: “Vi un camión y pensé que podría viajar y divertirme”. Con una línea de hot dog bajo el concepto de “plato”, Koldo asegura que esto le permite estar en contacto con la gente.