Restaurante Kobika, genio creativo desde la tradición

El restaurante Kobika, encumbrado a lo más alto del podium gracias a la genialidad de sus pintxos, lleva tal innovación a su comedor, con una propuesta en la que entrantes de lo más creativos dan paso como plato principal al producto de la tierra propio del recetario vasco, sean pescados o carnes, poniendo en valor todo su potencial.

Apostando por una cocina contemporánea desde la tradición, en su carta no faltan el rodaballo, la merluza, el rape y el bacalo, junto a otros frutos del mar de temporada. Y entre las carnes, apuestan por la ternera de calidad, de ganado local para más señas, como comprobará el comensal en la chuleta a la plancha. Otras de sus recomendaciones son el cochinillo a baja temperatura y el pichón sangrante al cacao, con dos cocciones diferenciadas que lo hacen único.

A diario ofrecen el Menú de Koldo, al que llaman “menú de la casa”, compuesto por ensalada de marisco con ali-oli ligero de manzana, huevo a 65o trufado con hongos, bacalao con txangurro, chuleta de ternera troceada y postre.

Quien lo prefiera puede optar también por el Menú Gourmet, que consta de aperitivo, seis platos y dos postres, a modo de menú degustación, que renuevan cada temporada.

Y los jueves por la noche tientan con su Menú de Campeonato, elaborado con las creaciones de su cocina en miniatura más premiadas, que se pueden probar a precio ajustado. Es un menú degustación que contiene cinco pintxos salados más uno dulce, con bebida incluida.

Destacable también su bodega, que atesora más de un centenar de referencias de vinos, y que van actualizando e incorporando novedades. El comensal puede elegir entre 100 tintos y 25 cavas y champagnes. Todo de la mano de los hermanos Kortabitarte, Iñigo y Koldo en cocina y Agurtzane en sala, que han heredado de su padre la pasión por la restauración. Prueba de ello son los 25 años de andadura de Kobika Jatetxea. Allí acogen al comensal en un espacio moderno, con capacidad para 100 pax, y divisible al gusto.