En la barra de este establecimiento puedes elegir entre unas 15 variedades de cocina en miniatura con la que darse un gusto entre horas. Allí, entre semana el desayuno es un momento fuerte, con pintxos y bollería, así como tartas caseras, de arroz, bizcocho o de queso horneada. Los fines de semana completa su oferta gastronómica con bocadillos, hamburguesas y sandwiches. Pero además, de su pequeña cocina salen tentadoras las croquetas así como las raciones de patatas fritas caseras. Para disfrutar la consumición, su terraza es un plus en verano.