La sidra natural embotellada es una bebida con popularidad creciente, no solo como acompañamiento de una comida o cena, sino también en el aperitivo, con un tentempié, especialmente en verano por ser refrescante.

Debe servirse fresca, entre 12-13 º C, nunca fría, en vaso de cristal ancho y fino, y solamente la cantidad que se vaya a consumir de un trago. Lo mejor es poner la botella en un recipiente con agua y hielo y agitarla antes de descorcharla, ya que con el tiempo, las partículas propias de la bebida "madre" pueden sedimentar, formándose un poso en la botella.

La sagardoa tiene un periodo preferente de consumo, normalmente de un año desde su embotellado. A partir de ahí irá evolucionando y en ese proceso perderá frescos y sus cualidades organolépticas se modificarán. Una vez abierta la botella, mejor consumirla entera.