Izarra 0
Gernika 2
IZARRA: Fraga, Eneko Martínez, Ayerdi, Santamaría, Endika Irigoyen, Ruper, Urko Ardanaz (Min. 75, Melnichenko), Garat Arano (Min. 75, Diego Bartolomé), Iker Hernández, Arbeloa (Min. 63, Iván Martínez) y El Harchi (Min. 63, Hoyos).
GERNIKA: San Nicolás, Larrauri, Berasaluze, Collante, Seijo, Huete (Min. 85, Barck), Laka (Min. 61, Santolaya), Vélez, Barba (Min. 85, Agirrezabala), Nates (Min. 77, Arzalluz) y Baqué.
Goles: 0-1: Min. 4; Barba. 0-2: Min. 88; Arzalluz.
Árbitro: Cenis Martínez (Comité Aragonés). Mostró tarjeta amarilla al local Ruper y al visitante Larrauri.
Incidencias: Unos 300 espectadores en Merkatondoa.
Gran victoria del Gernika en casa del Izarra, que sigue como penúltimo del grupo, que permite sumar tres sanadores puntos al conjunto foral y que le consiente escapar del peligroso puesto de promoción.
El partido resultó muy duro, con juego directo, sobre todo por parte local, sobre un terreno de juego muy botón que no facilitaba el tipo de juego que normalmente emplea el equipo de Gorka Iraizoz. Pero el Gernika trabajó bien y, a pesar de haber mucha disputas en el juego, logró entrar con buen pie y con un tanto que facilitó el camino a la victoria de los vizcainos. Nada más empezar un saque de banda propició el desmarque de Nates y su centro atrás lo aprovechó Alex Barba, que con maestría y temple llevó el balón a la red.
El despliegue físico fue máximo ya que el Gernika tuvo que aguantar el empuje local, con muchas faltas al área y balones colgados con la posibilidad de segundas jugadas. Pero los forales mantuvieron siempre la compostura en defensa.
En la segunda parte, el Gernika mantuvo más el control del partido y del balón. También ayudaron los cambios introducidos por Iraizoz que dieron mayor dinamismo al juego visitante. Además, el conjunto vizcaino gozó de varias oportunidades de peligro para sentenciar el encuentro. El Izarra se había partido por completo en el terreno de juego y el tanto final se hizo esperar, ya que no llegó hasta los minutos postreros. Barck se sacó un potente disparo, que tropezó en el larguero y en el portero, y el balón muerto lo cabeceó Mikel Arzalluz a la red decidiendo así el partido.