Recuperado del golpe recibido en el clásico y de la Supercopa perdida, el Real Madrid trasladó su mejoría a la Liga de Campeones para corregir su posición y quedar a tres puntos de acabar entre los ochos primeros, con el objetivo de evitar la ronda previa de octavos, después de golear con tantos de su tridente a un modesto Salzburgo. Tan superior como para permitirse iniciar el partido sin intensidad y hacer sentir a un Salzburgo sin pegada que tenía opciones de marcar en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid se permitió un paseo sin desgaste en la Liga de Campeones para mejorar su situación clasificatoria. Un día para golear pero midiendo esfuerzos en un enero con nueve partidos que pasan factura en el físico. Las dudas del inicio nacieron desde un centro del campo sin mediocentro puro. Con Fede Valverde apagando el incendio del lateral derecho, sin Carvajal lesionado y Lucas Vázquez sancionado, con Camavinga en la enfermería y Tchouaméni reservado por Ancelotti por llegar muy justo al partido. Ceballos y Modric, futbolistas de otro corte, asumieron la responsabilidad. Bellingham brilló en todas las zonas del campo.

Derrota del Girona

Por su parte, un solitario gol de Rafael Leao dio ayer la quinta victoria seguida en la Liga de Campeones al Milan y confirmó matemáticamente la eliminación del Girona (1-0) de toda opción en Champions.