El nuevo Lasesarre se levantó en terrenos que en el pretérito formaban parte de Altos Hornos de Bizkaia, una monstruo siderúrgico, referente del hierro, motor de Ezkerraldea y del territorio histórico, que cesó en su actividad décadas atrás. El complejo, sin embargo, mantiene la huella del pasado y, quizá por ello, su embrujo empuje al Barakaldo, que, tras su victoria del pasado domingo frente al Tudelano, se mantiene al acecho del Bilbao Athletic, líder del grupo II de Segunda RFEF con seis puntos de diferencia respecto al conjunto fabril, al que rinde visita el próximo marzo. Lasesarre presume de haberse convertido en un fortín para su inquilino, que encadena ya treinta partidos consecutivos sin perder en casa, por lo que hace un poco más de historia con un récord que retrata los nuevos tiempos por los que atraviesa un club que estuvo hace quien dice cuatro días cerca de su disolución y que, sin embargo, quiere reverdecer sus épocas más brillantes, con su recorrido en Segunda División en la retina de los que superan la cincuentena vital.

El Barakaldo no cae en Lasesarre desde hace casi dos años, desde el 13 de marzo de 2022, entonces en Tercera RFEF, cuando el Alavés B se impuso por 1-2. Desde aquel día, el colectivo aurinegro se ha hecho fuerte en su guarida –destacando el dominio apabullante del que lució la campaña pasada en el grupo IV de Tercera RFEF para sellar con mucha antelación el ascenso–, hasta el punto de sumar 21 victorias y nueve empates, un dato histórico y al que el cuadro de Imanol de la Sota quiere dar continuidad hasta final de campaña, lo que se entendería como un buen síntoma en su deseo de aspirar al ascenso a Primera RFEF, que llegaría por la vía rápida como campeón de su grupo o a través del play-off en segunda instancia. Con todo, en el club prefieren no hacer cábalas y poner el foco en el corto plazo, que ha sido su fórmula en estas dos últimas campañas y en las que su masa social se ha acostumbrado a lo bueno.

El público de Lasesarre está, por tanto, encantado de la vida cuando su Barakaldo juega en casa. El equipo fabril ha ganado siete de los once partidos que ha disputado como local esta liga y ha empatado los cuatro restantes, una estadística que explica en gran parte el solvente recorrido de un conjunto que solo ha perdido un encuentro en las 22 jornadas consumadas, la que encajó en Lezama a manos de un Bilbao Athletic que no fue mejor en juego, pero que ganó en el descuento gracias al gol de Aimar Dañobeitia ya con un Barakaldo en inferioridad numérica por la expulsión con roja directa de Bittor Isuskiza pocos instantes después de que el de Gordexola hiciera el 1-1. Aquel revés ante el filial rojiblanco no hizo mella anímica en el colectivo de Imanol de la Sota, que no ha vuelto a sucumbir en los once partidos posteriores, en los que ha cosechado 27 de 33 puntos posibles que le refuerzan en la segunda plaza.

Regreso de Buján

La victoria del cuadro aurinegro sobre el Tudelano quedó cerrada, además, cuando Endika Buján, que el próximo julio se incorporará a la disciplina del Athletic, certificó el definitivo 3-1 en lo que suponía el tercer tanto en el presente ejercicio del de Arrontegi, que saltó al verde a los 75 minutos de juego después de permanecer más de dos semanas en el dique seco por culpa de una fascitis en su pie izquierdo, por lo se suma a la causa del colectivo de Imanol de la Sota, que el domingo cumplió el primero de los dos partidos de sanción con los que fue castigado por su expulsión en Calahorra.