Lezama mantiene su proyección internacional. No solo como centro formativo de referencia en el que se pulen futbolistas para el primer equipo del Athletic desde hace más de medio siglo. También sus trabajadores y extrabajadores gozan de un atractivo cartel de puertas hacia afuera, en el extranjero. Es el caso, entre otros, de hasta seis personas que prestaron sus servicios al club rojiblanco en tiempos pasados y que trabajan a día de hoy con las categorías inferiores de Catar, país anfitrión del último Mundial. Lo hacen como parte de la prestigiosa y vanguardista Academia Aspire de Doha, creada en 2004 con la financiación del gobierno del emir Tamim bin Hamad Al Thani y que luce como mayor centro de rendimiento deportivo del mundo en la actualidad.

En sus entrañas, con un modelo basado en la búsqueda de jóvenes promesas a nivel local a fin de potenciar sus cualidades en sus amplias y modernas infraestructuras, se forjan talentos deportivos de numerosas disciplinas. El empresario Iván Bravo, quien fuera asesor de Florentino Pérez en la primera etapa de este como presidente del Real Madrid, es el director general de una exitosa academia en la que el departamento de fútbol, el más importante, figura bajo la dirección de un viejo conocido de Lezama y del Athletic: Edorta Murua. El de Barakaldo, que abandonó Lezama en 2015 tras más de tres lustros vinculados a la entidad bilbaina en dos etapas diferentes y en distintas labores, la última como responsable de metodología de los entrenamientos en Lezama, asoma a sus 60 años al frente de la sección catarí desde que en 2017 sustituyera en el cargo a Roberto Olabe, actual director deportivo de la Real Sociedad.

Murua, apasionado del fútbol, supervisa, corrige y ayuda estos días a ras de césped a cuerpo técnico y jugadores de la selección catarí sub’15 que dirige Aritz Solabarrieta en Sondika, donde el joven combinado asiático prepara desde el pasado día 16 el campeonato de la Concacaf de la categoría que se disputará del 6 al 13 de agosto en Curazao y República Dominicana, país en el que jugarán sus partidos los chicos de Catar. En el campo de Basozabal, ofrecido a Catar sin contraprestaciones, ha establecido hasta el próximo 3 de agosto su cuartel general para los entrenamientos un combinado sub’15 en torno al cual, amén de Murua y Solabarrieta, quien entrenó al Bilbao Athletic en el curso 2018-19, se hallan otros cuatro miembros de la Academia Aspire con experiencia en Lezama.

Se trata de Jonatan Cabanelas, mánager del departamento de fútbol de la academia, así como de las categorías inferiores del equipo nacional con todas las responsabilidades que ello conlleva; Joseba Bikandi, encargado del desarrollo del primer equipo que inicia su proceso en Aspire en categoría sub’11; Iñaki González, coordinador y responsable técnico desde la sub’13 hasta la sub’20 de Catar; y María Ruiz de Oña, antigua psicóloga del Athletic que trabaja como coordinadora del Departamento de Psicología, Innovación y Aprendizaje en Catar.

Cerca de todos ellos está José Manuel García, con pasado también en Lezama como delegado y hombre de confianza de la propia Academia Aspire. Él ha sido el responsable de organizar el viaje y la estancia de la expedición catarí en suelo vizcaino, donde veinte jugadores y once miembros del staff técnico, además de un par de directivos, se encuentran alojados en el Hotel NH Collection Villa de Bilbao en la primera visita con el sello de Aspire a Bizkaia.

EXPERIENCIA GRATIFICANTE

Si bien es habitual que la academia lleve a cabo las denominadas Training Camps o concentraciones en países como Rumanía, Turquía o Azerbaiyán, que emerge como próximo destino, la preparación de la sub’15 como selección nacional se ha establecido en Sondika después de que la opción de traer a Bilbao al combinado absoluto de Catar en fechas previas al Mundial no viera la luz a última hora por cuestiones logísticas. Sí ha sido posible esta vez con la sub’15, a cuya expedición está agradando notablemente la experiencia según fuentes consultadas por DEIA, lo que se entiende como una opción en firme de que el turismo deportivo del país asiático pueda repetir destino en futuras ocasiones.

En términos estrictamente deportivos, Murua está al frente de un departamento en el que la sintonía es total y en el que las facilidades para trabajar en el día a día son absolutas, si bien la exigencia también es importante. El foco, no obstante, no puede ponerse solo en los resultados, tal como sucede en Lezama, lo cual tiene meridianamente claro el veterano preparador y formador de Barakaldo, quien trabaja a diario a pie de campo en las instalaciones de Doha. Lo hace, con contrato en vigor hasta el próximo año y sin querer mirar más allá, de 8.00 a 19.00 horas con la misión de no dejarse impresionar por el continente, sino de intentar aportar contenido de calidad en materia formativa a la hora de seleccionar y ayudar a crecer a los jóvenes talentos de un país que, eso sí, cuenta con solo 420 fichas por generación, lejos de las disponibles por las potencias asiáticas.

Catar, con todo, no ha frenado las inversiones económicas, ni reducido sus aspiraciones deportivas pese a su flojo papel en el último Mundial, en el cual no logró sumar ningún punto como anfitriona en la fase de grupos. El objetivo pasa por seguir creciendo paulatinamente sin imitar mayúsculos desembolsos económicos como los realizados por Arabia Saudí en las últimas fechas. Decididos, así las cosas, a mostrar una creciente competitividad en los grandes torneos después de ganar en categoría absoluta la Copa Asia en 2019, el trabajo continúa su curso a todos los niveles en la Academia Aspire bajo la dirección de Murua, con cuyo equipo de trabajo todas las selecciones de Catar desde la sub’17 hasta la sub’23 han sido primeras de grupo en las clasificatorias para la Copa Asia desde 2017.

LA EXIGENCIA

Solabarrieta, a las puertas de dirigir en República Dominicana a un combinado sub’15 cuyo cuerpo técnico completan perfiles de distintas nacionalidades como la polaca, eslovena, inglesa o la propia catarí, además de tener como ayudante a un asturiano, atiende a este periódico tras un intenso entrenamiento en Basozabal para transmitir sus sensaciones. No pueden resultar negativas, pues tras un primer año de trabajo en Doha destaca que “la experiencia está siendo muy bonita y me está ayudando a ser mejor entrenador”.

“En junio del año pasado tuve la fortuna de recibir la llamada de Jonatan Cabanelas y Edorta Murua para incorporarme a la Academia Aspire, conocía su forma de trabajar y entendí que iba a ser una inversión para mí como entrenador al poder llevar a otro nivel las experiencias vividas anteriormente en Lezama”, expone Solabarrieta, quien subraya asimismo que “esto consiste siempre en ganar, pero la cuestión es cómo lo quieres hacer y qué significa para uno ganar. En ese sentido esto no va solo de resultados y es un trabajo muy exigente, más incluso que en Lezama bajo mi punto de vista, pero es muy gratificante”.

En relación al inminente torneo de la Concacaf que va a afrontar como técnico, el de Ondarroa remarca que “vamos a jugar contra selecciones potentes y tres semanas de preparación no es mucho tiempo para afrontar una competición en la que vamos a disputar, además, tres partidos en tres días, pero estamos entrenando bien y no estamos teniendo lesiones. El tiempo en Bilbao nos está acompañando también y queremos ser capaces de competir viendo una mejora individual y colectiva. El año pasado no pudimos competir mucho y necesitamos jugar al ser experiencias enriquecedoras para los chavales de cara al futuro”.