Real Madrid 2

Rayo Vallecano 1

REAL MADRID: Courtois, Carvajal, Alaba, Rüdiger (Min. 83, Tchouaméni), Nacho; Camavinga, Kroos, Modric (Min. 71, Marco Asensio); Fede Valverde (Min. 63, Ceballos), Rodrygo y Benzema.

RAYO VALLECANO: Dimitrievski; Balliu, Catena, Lejeune, Fran García; Santi Comesaña (Min. 63, Trejo), Valentín; Isi (Min. 63, Chavarría), Unai López (Min. 83, Salvi), Álvaro García (Min. 83, Falcao); y Camello (Min. 69, De Tomás).

Goles: 1-0: Min. 31; Benzema. 1-1: Min. 84; De Tomás. 2-1: Min. 89; Rodrygo.

Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a Carvajal por el Real Madrid; y a Álvaro García, Unai y Comesaña por el Rayo.

Incidencias: 45.811 espectadores en el Santiago Bernabéu. Los dos equipos posaron entremezclados con una pancarta contra el racismo y toda la plantilla del Real Madrid posó con la camiseta de Vinicius en un gesto de apoyo al brasileño.

Cuando un partido sin tensión competitiva se apagaba, Rodrygo realizó el mejor homenaje con reivindicación contra el racismo incluida en la celebración para su amigo Vinicius Junior, con una gran definición que decantó el derbi a un minuto del final y enterró las pocas esperanzas europeas que mantenía el Rayo. Sin la alegría de Vinicius y su vendaval de fútbol. Con el jugador sentado a la derecha de Florentino Pérez en el palco en vez de estar desequilibrando jugada tras jugada en la banda izquierda del Santiago Bernabéu. En una ola de cariño hacia el brasileño. Un grito unísono contra el racismo. Lo de menos fue el partido, intrascendente para un Real Madrid que desea el final de temporada y un Rayo al que se le apagó el sueño europeo.

El buen gusto por el fútbol del equipo de Andoni Iraola queda en cualquier estadio y ante cualquier rival. Por grande que sea. Cayó por una acción de calidad de Rodrygo en el último suspiro. Después de reaccionar a un despiste colectivo imperdonable. Cuando pensó que el balón sería dividido y el colegiado lo devolvió al Real Madrid. Se había detenido el encuentro, con posesión madridista, por un golpe fortuito de Nacho en el rostro de Isi. Descolocado el Rayo, sin la atención necesaria cuando se reanudó el partido, la rápida conexión Fede Valverde-Benzema, cambió el rumbo de un encuentro que hasta entonces dominó el equipo de la franja.

Es complicado para un club acostumbrado a pelear por títulos motivarse por el consuelo de la segunda plaza. Llegaba el Real Madrid de dos derrotas sin marcar -la dolorosa ante el City y la polémica de Mestalla- y debía reaccionar. Aunque solo fuera por orgullo. Con el refresco que aportaron hasta siete cambios de Ancelotti pero dominados por un Rayo que presionó bien, quiso el balón y generó superioridad en la medular.