FUNDADA en 1919, la Cultural de Durango celebrará su centenario la próxima campaña. De momento, el primer equipo continúa inmerso en la pelea por vivirlo en Segunda B, un sueño que no oculta Jon Andoni Bengoetxea (Durango, 13-VI-1969), presidente de la entidad desde el verano de 2015. En este tiempo, ha experimentado “más dolores de cabeza de los que puedes imaginar, pero también muchas alegrías. Al final, te quedas con lo bueno y lo otro se analiza para evitar que se repita”, explica el dirigente, que cuando tomó las riendas hace tres años se marcó el reto de “generar ilusión”. No cabe duda de que se está consiguiendo, gracias al buen hacer de una escuadra que se ha alzado con el título de Tercera 31 años después.

La guinda sería el regreso a la categoría de bronce, en la que los blanquiazules militaron por última vez en la 2005-06. Para alcanzarlo, deben noquear al Alcalá y acceder a la ronda final. Tras el 1-1 cosechado a domicilio, la eliminatoria se decidirá mañana, a las 19.00 horas, en Tabira. El ambiente que se vivirá es “lo que más ilusión me hace”, reconoce Bengoetxea, que anima a la afición a que “acuda en masa”. “Les pido que disfruten de estos momentos, porque son muy difíciles de vivir, y gracias a su apoyo disfrutaremos de muchas más experiencias así”, añade.

Sobre el verde, cree que deben “hacer lo que sabemos, que es jugar extraordinariamente al fútbol”. “Está habiendo una igualdad tremenda, en un play-off cualquier equipo puede ganar a otro, y son pequeños detalles los que deciden”, prosigue este abogado de profesión. Así lo sufrió la Cultural en la eliminatoria de campeones ante el Conquense, en la que, tras el 1-1 de Tabira y el 0-0 fuera, se quedó sin el ascenso por el valor doble de los goles lejos de casa. “Los chavales estaban abatidos, pero hicieron un partido extraordinario. Es imposible estar más orgulloso de un equipo de lo que lo estaba yo en ese momento, directivos de la federación de Castilla-La Mancha me decían que no habían visto a nadie de Tercera jugar así. Es un orgullo”, destaca el que, además de presidente, es padre de dos jugadores de la cantera.

En los últimos tiempos, los entrenados por Igor Núñez, que pasó a ser el primer entrenador al mismo tiempo que Bengoetxea asumió la presidencia, se han habituado a salir ovacionados de los campos, aunque sin la victoria. Así ocurrió el curso pasado en Écija, donde cayeron tras lanzar 18 penaltis, o esta temporada en Copa en Elche, en la prórroga. Desde ambas ciudades, los mensajes de apoyo están siendo numerosos estos días. “Este equipo deja impronta”, valora el dirigente durangarra, que huye del victimismo pese a que la pasada semana el infortunio les volvió a saludar en forma de lesiones graves, las de Adrián Abasolo y Beñat Alberdi. “A lo largo de la temporada también hemos tenido momentos de suerte, eso viene y va. A lo mejor en esta eliminatoria la tenemos”, avisa.

Una duda que se plantean los vecinos es si la Cultural está preparada para dar el salto a Segunda B, pues no se encuentra entre los clubes que más presupuesto manejan de Tercera. “Si se logra en lo deportivo, lo económico no será un impedimento”, zanja Bengoetxea, aunque reconoce que “hay una serie de obligaciones que deberíamos asumir, pero lo haríamos sin volvernos locos”. “Afortunadamente, los presupuestos no son los que juegan a fútbol, sino los equipos, y con más dinero no siempre se obtiene el mejor resultado”, analiza el presidente de una entidad compuesta por once conjuntos, además de los convenios suscritos con los colegios.

también el filial El primer equipo no es el único que ha protagonizado una campaña exitosa. Y es que el filial, creado hace dos años, ha despedido el curso con el ascenso a Primera Regional con 26 triunfos consecutivos. Por tanto, no es de extrañar que varios jugadores que iniciaron la temporada cuatro escalones más abajo hayan acabado entrando en los planes de Núñez. El domingo, uno de ellos, Iker Unzueta, fue el primero en entrar desde el banco. Otros que aprietan son los del juvenil A, que ha logrado subir a Nacional. Así que el relevo está garantizado en el primer equipo, plagado de nombres que a buen seguro recibirán llamadas de clubes con mayor potencial económico. “Si subimos, creo que la mayoría seguirán. Además, jugaremos la Copa, que es otro aliciente”, recuerda quien responde “nunca lo he sabido” cuando se le pregunta qué le motivó a suceder en la presidencia a Fernan Bilbao.