Amorebieta - Cuatro derrotas, dos empates y ninguna victoria. Dos puntos de 18 posibles. Ese es el pobre bagaje liguero de un Amorebieta que, tras su derrota del domingo frente al Albacete por 0-1, es colista del grupo II de Segunda B. El proyecto encabezado desde el banquillo por Aitor Larrazabal no termina de despegar, aunque su buena trayectoria en Copa, donde se han colado en tercera ronda al eliminar a Socuéllamos y Barakaldo, es el clavo ardiendo al que se agarra la afición de Urritxe para mantener la fe en su equipo. “Ir últimos no nos agrada, pero seguimos confiando tanto en el cuerpo técnico como en la plantilla, es gente comprometida y está animada”, reconoce la presidenta, María Eugenia Etxebarria, quien considera que “analizando partido a partido, los malos resultados son fruto de mala suerte y desacierto cara a gol”. Es cierto que en varios compromisos la fortuna ha dado la espalda al conjunto zornotzarra, que salvo en la primera jornada contra el Navalcarnero ha cosechado todas sus derrotas por la mínima. En dicho partido disputado en tierras madrileñas, la apuesta por salir raseando el balón desde atrás no fue efectiva. Varias pérdidas en campo propio y una mala imagen propiciaron que Larrazabal optara por un juego más parecido al de años anteriores, más directo, en las siguientes citas, dando galones a jugadores altos como Muniozguren y Baqué en la mediapunta.
En el choque del pasado domingo, sin ir más lejos, merecieron mejor resultado. De hecho, el portero del Albacete fue el mejor de su equipo y la diana decisiva no debió valer porque se produjo en claro fuera de juego. Hasta entonces, Urritxe, feudo prácticamente inexpugnable en campañas anteriores, solo había presenciado empates. El primero fue contra el Mensajero, que selló el definitivo 1-1 pasado el minuto noventa. Otro varapalo para la moral azul. El otro contra la Real B, en el que gozaron de ocasiones para haber logrado el triunfo, como un disparo de Seguin al palo. “Creo que solo es una mala racha y la vamos a cambiar el sábado”, apunta Etxebarria. Será a partir de las 17.00 horas, cuando buscarán que a la séptima sea la definitiva y caiga la primera victoria. Será de nuevo en casa y en un derbi contra el Gernika, ante el que tanto Larrazabal como su ayudante, Gontzal Suances, deberán quedarse en la grada después de acabar expulsados el domingo, muestra de que la tensión es latente en Urritxe.
La suerte que echan en falta en liga sí les sonríe en Copa, en la que son los únicos supervivientes vizcainos de Segunda B. Y es que se han plantado en tercera ronda sin ganar ningún partido en noventa minutos. En la primera eliminaron al Socuéllamos en la prórroga. En la segunda asaltaron Lasesarre a penaltis. Necesitan superar una más para alcanzar el premio gordo, el de medirse a un Primera de los que compiten en Europa. El escollo a batir es importante, un Racing de Santander que lidera el grupo I. Encima el duelo será en El Sardinero, el 12 de octubre. “No le tengo más miedo al Racing que al Barakaldo, podemos hacer buen papel”, señala la presidenta, quien destaca la relevancia “a nivel mediático y económico” que acarrearía el triunfo. Por plantarse en tercera ronda, ya han recibido alrededor de 40.000 euros por parte de la federación.
EL LEIOA, LA OTRA CARA En situación totalmente opuesta se encuentra el Leioa, líder con trece puntos pese a que su teórico objetivo es la permanencia. El sábado noquearon a la Real Sociedad B gracias a una diana de Sota desde los once metros, ahogando así las penas tras su derrota una semana antes en la visita a un Real Madrid Castilla que solo pudo batir a los de Gordobil en el minuto 97 y de penalti.
Uno de sus inmediatos perseguidores es el Bilbao Athletic, que está cumpliendo los pronósticos que le situaban entre los favoritos. Los cachorros son cuartos con 11 puntos después de su empate frente a un Arenas que sumó su primer punto lejos de casa y se sitúa sexto. Cuenta con diez puntos, los mismos que un Barakaldo que vio como se le escapaba la victoria en el derbi de Ezkerraldea en el minuto 85, cuando Santamaría estableció la igualada para un Sestao River que acumula seis puntos, uno por encima de la zona de descenso. En ella se encuentran Gernika, que también dejó volar dos puntos en el tramo final contra el Real Unión, y Zamudio, que al sexto intento logró sus primeros puntos del curso al tumbar al Logroñés.