Bilbao - El Manchester United, gracias a dos tantos de Wayne Rooney y Anthony Martial, se impuso ayer por 2-1 al batallador Swansea y cortó una racha negativa de ocho partidos sin conocer la victoria para salvar la cabeza del cuestionado Louis van Gaal. Llegaban los diablos rojos al duelo en Old Trafford después de encadenar ocho encuentros sin ganar -cuatro empates: PSV Eindhoven (0-0), Leicester (1-1), West Ham (0-0) y Chelsea (0-0); y cuatro derrotas: Wolfsburgo (3-2), Bournemouth (2-1), Norwich (1-2) y Stoke (2-0)-.

Después de unos pobres 45 minutos iniciales, con poco fútbol y sin ocasiones claras, fueron los locales los que se adelantaron en el marcador merced a un buen tanto del joven Anthony Martial. El internacional galo, a los dos minutos de la reanudación, cabeceó picado un gran centro desde el costado derecho de Ashley Young para batir a Lukasz Fabianski y subir el 1-0 en el Teatro de los sueños. Sin embargo, el islandés Gylfi Sigurdsson metió el miedo en el cuerpo a Van Gaal y compañía al empatar la contienda a falta de veinte minutos para la conclusión. En el 70, el centrocampista remató de cabeza dentro del área pequeña un pase de Modou Barrow y el esférico se coló por encima de David de Gea y perforó las mallas de Old Trafford.

Con los aficionados temiendo una nueva debacle de los suyos, a los que el pésimo mes de diciembre los ha apartado de la lucha por el título, llegó el tanto salvador de Wayne Rooney. Siete minutos después del gol del internacional islandés, el capitán del United, con su anotación número 188 en la Premier League, deshizo la igualada para darle a los suyos un triunfo balsámico. Rooney superó a Fabianski al rematar de tacón un pase desde la izquierda de su socio Martial y subió el definitivo 2-1 al marcador, que dio al Manchester United una victoria que lo coloca en quinta posición, con 33 puntos, a dos de los puestos de Champions.

líder en solitario El Arsenal, por su parte, se impuso con mucho sufrimiento al Newcastle por 1-0 con un gol de Laurent Koscielny, y aprovechó el tropiezo del Leicester ante el modesto Bournemouth (0-0) para colocarse como líder en solitario de la Premier League. Un tanto del defensa internacional francés a falta de 18 minutos para el final del partido fue suficiente para darle los tres puntos a unos gunners que sudaron tinta ante unas urracas que no consiguen salir de los puestos de descenso. Merecieron más los del norte de Inglaterra, que tuvieron ocasiones de sobra para llevarse los tres puntos del Emirates Stadium de Londres, pero se toparon una y otra vez con un magnífico Petr Cech.

El Newcastle, que se presentó en la capital británica sin el lesionado Vurnon Anita, hizo méritos para no irse de vacío de un choque en el que brilló Ayoze Pérez, una pesadilla para la zaga local. Los de Arsene Wenger, por su parte, no pudieron contar con los lesionados Alexis Sánchez, Santi Cazorla y Jack Wilshere, pero recuperaron al mediocampista galo Mathieu Flamini.

No respondieron los locales a las expectativas, y ni Olivier Giroud ni Mesut Özil brillaron frente a un Newcastle muy bien plantado en el Emirates. Hubo que esperar 72 minutos para ver el único tanto de la contienda, obra de Koscielny: tras un saque de esquina y una serie de remates de cabeza dentro del área, el balón le quedó manso al internacional francés, que batió sin problemas a Rob Elliott para romper la igualada. El Manchester City, por su parte, se llevó los tres puntos de Vicarage Road tras remontar en apenas dos minutos -con tantos de Yaya Touré y Sergio Agüero- al Watford en Londres (1-2) para seguir así la estela del Arsenal. - Efe