Bilbao actualizará próximamente su catálogo de construcciones y elementos protegidos, cifrado en 1.235. Con esa finalidad, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites para permitir la contratación de los servicios de redacción del Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico y Arqueológico de Bilbao, en el que se prevé que se haga una reflexión más exhaustiva sobre la protección de los espacios situados en la zona del Ensanche. Concretamente, se prestará especial atención a los chaflanes, las características esquinas de las manzanas. El ámbito de este Plan Especial será todo el municipio de Bilbao, con excepción del Casco Viejo y Bilbao La Vieja, que ya cuentan con normativas propias.

Esta actuación se enmarca en las previsiones recogidas en la regulación del vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Bilbao 2022. El contrato para abordar este trabajo arranca ahora, con la licitación de estos servicios, y finalizará con la aprobación definitiva del plan, incluyendo el pertinente programa de participación ciudadana. El presupuesto de licitación del contrato asciende a 244.200 euros (IVA incluido) y se estima que el documento pueda estar listo para su aprobación definitiva a lo largo de 2027, dependiendo del tiempo que las diferentes administraciones sectoriales tarden en emitir los correspondientes informes.

1.235 ELEMENTOS PROTEGIDOS

Según han recordado este lunes desde el Consistorio, el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico es un instrumento esencial para la protección, gestión y puesta en valor del importante legado patrimonial de la ciudad. En concreto, Bilbao cuenta actualmente, tal y como está recogido en su PGOU, con 1.235 construcciones o elementos protegidos. De ellos, 44 disponen del nivel de protección más alto, Protección Especial A; 122 son nivel B; 334 tienen nivel C; y, 585 se corresponden con el nivel D (en el que se incluyen D-1, Bienes Culturales de Interés Local y D-2, Edificios Industriales de Interés Local). Asimismo, la ciudad tiene 23 conjuntos urbanos homogéneos, 67 elementos urbanos y 34 zonas de protección arqueológica; además, de 244 miradores y vuelos protegidos y siete locales interiores catalogados.

Según se detalla, en Bilbao, hay zonas como San Ignacio y el Ensanche que destacan por su arquitectura y merecen especial atención en referencia al reconocimiento del valor ambiental y paisajístico de algunas de sus calles y espacios. El Ensanche, en particular, concentra muchos de los edificios más singulares, de diferentes estilos y tendencias arquitectónicas de la ciudad. Tanto es así que gran parte de los edificios, espacios urbanos y otros elementos significativos del patrimonio monumental catalogados se encuentran en esta trama. Debido a esto y, como novedad, en el futuro Plan Especial, se propone hacer una reflexión sobre la protección de los espacios situados en la zona del Ensanche delimitado por calles como Sabino Arana, Autonomía, Hurtado de Amezaga, Navarra, Muelles de Ripa, Uribitarte, Evaristo Churruca… hasta la Plaza del Sagrado Corazón (187 hectáreas).

En este sentido, el Consistorio se plantea definir mejor las reglas de este conjunto prestando especial atención a las esquinas de las manzanas (chaflanes), que son clave en la imagen del Ensanche, entre otras cuestiones. Se pretende llegar al establecimiento de directrices y criterios generales de ordenación con los que dar respuesta a las actuaciones en los edificios no protegidos individualmente que configuran este espacio (algunos intercalados entre los protegidos) y, en su caso, al futuro tratamiento de entradas a garajes subterráneos, chaflanes, etcétera.

REVISIÓN Y ANÁLISIS

El Plan Especial partirá del análisis de la documentación disponible hasta la fecha, la protección establecida en el PGOU de Bilbao 2022 y su aplicación para, posteriormente, elaborar un documento con el contenido propio de un plan de estas características (memoria, normas, planos, fichas por edificio o elemento a proteger, etcétera). El trabajo arrancará con la revisión y análisis del catálogo actual para, y a continuación, ejecutar las primeras acciones del programa de participación ciudadana y elaborar las fichas de los bienes a proteger listadas por distritos.

La tercera fase consistirá en la redacción del documento de aprobación inicial, que incluirá el Documento Ambiental Estratégico, y la previa exposición de todo ello ante la Comisión de Patrimonio y el Consejo Asesor de Planeamiento Municipal. Ese texto se aprobará inicialmente y se remitirá a las administraciones sectoriales para la elaboración de los pertinentes informes y se someterá a exposición pública. Tras valorar las alegaciones y una vez recibidos todos los informes sectoriales el documento será aprobado definitivamente.