bilbao - El mundo futbolístico no sale de su asombro y las redes sociales echan humo reinterpretando con mucha sorna la gran chapuza del verano: el no fichaje del portero David Egea por el Real Madrid, cuyo prestigio internacional ha quedado en evidencia, y de manera especial el de su presidente, Florentino Pérez, empeñado en culminar el negocio pese a las trampas que le acompañaban. Sobre todo una: la perversión del club inglés, que reventó la operación a modo de venganza. Sin embargo, el United se defiende afirmando que la responsabilidad corresponde al Real Madrid, por hacer cambios de última hora en los documentos.
En un comunicado de diez puntos, el club blanco culpa al Manchester United, que emitió fuera de plazo (00.00 horas) los datos de la operación. En concreto los de Keylor Navas, que entró el último día en el trajín de las negociaciones (25 millones más el guardameta costarricense). El United alcanzó el acuerdo final con los representantes de Navas a las 23.53 hora española y es entonces cuando se remiten los contratos al portero para que sean firmados, según especifica el Real Madrid en el punto séptimo de su comunicado. En el octavo se cuenta que el Manchester envió los datos del contrato de David de Gea con las correspondientes firmas justo a medianoche. Pero el Real Madrid recibió la documentación completa a las 00.02, y cuando intenta acceder al TMS (el sistema de transferencias habilitado por la FIFA) este ya estaba cerrado.
Todo un culebrón alimentado con profusión durante el largo verano se tenía que lacrar a ultimísima hora, de tal forma que un estornudo en el momento de la firma o cualquier otra nimiedad podía imposibilitar la operación, como así ocurrió.
Anoche el Manchester United emitió a su vez otro comunicado señalando que fue el Real Madrid quien hizo cambios de última hora en los documentos que iban a sellar el traspaso de David de Gea y “puso en riesgo” el acuerdo. El club inglés sostiene que a las 23.40 horas “llegaron al Manchester United cambios sustanciales en la documentación” y solo a las 23.55 “se recibieron los documentos necesarios para cancelar el contrato de David”.
Pero el “heredero de Casillas en la selección española y el Real Madrid”, según proclamó Florentino Pérez cuando anunció con mucha antelación el que iba a ser su fichaje mediático de la temporada y el titular de la portería blanca para la próxima década, se ha quedado en una situación anímica difícil de digerir. Por una parte está el lado humano, ya que el portero se implicó en la pelea forzando la situación al negarse a renovar su contrato con el United, que finaliza el próximo año. O enfrentándose al entrenador, Louis van Gaal, que le ha tenido en la grada en los seis partidos oficiales que lleva disputados el equipo inglés. Y fomentando, al amparo de las promesas del Real Madrid, la animadversión de una parte de la afición del equipo inglés, que sin duda le puede considerar un traidor.
De Gea, además, lleva tiempo imaginando y planificando su nueva vida en Madrid junto a su novia, la cantante Edurne, porque no quiere vivir en Manchester.
Pero la chapuza también afecta poderosamente a Keylor Navas, el mejor portero del Mundial de Brasil. Rebajado a vulgar moneda de cambio, el meta costarricense se ha encontrado con la titularidad en la portería madridista y la gran oportunidad de demostrar que puede ser un cancerbero de garantía, como atestiguó en la pasada jornada, deteniendo un penalti en el partido contra el Betis.
El Real Madrid podrá fichar gratis a De Gea el próximo año, una maniobra (un poco de paciencia) que parecía la más sensata, incluso la más lógica, porque además ha contratado a otro gran portero, Kiko Casilla.
La situación se ha forzado hasta el punto de que en las portería del United puede afianzarse Romero, guardameta de la selección argentina, y De Gea pagar con la suplencia la gran chapuza de Florentino Pérez a un año vista de la Eurocopa’2016, otro sueño que también puede romperse.